Vitoria. El Alavés completó ayer su sesión de entrenamiento con la presencia de hasta siete canteranos, dadas las circunstancias de un equipo demasiado mermado por las lesiones. Pepe Mora y Juanma realizaron ejercicios con balón en solitario. Mauro Quiroga se ejercitó en el gimnasio y podría tener opciones hoy de unirse a éstos en los ejercicios individuales. Por su parte, el guardameta Iñaki Goitia continuó trabajando en el gimnasio con un tratamiento específico para recuperarse de la microrrotura de fibras que se produjo en la sesión del pasado miércoles, mientras que Carlos Lázaro no pudo entrenarse con el resto del grupo debido a un leve proceso vírico. En consecuencia, Juan Carlos Mandiá, tiró del filial para completar la sesión. Así, convocó a los porteros Jorge Mediavilla y Diego Carrio, los defensas Einar Galilea y Arnau, el centrocampista Mikel Vesga y los atacantes Arbeloa y Rubén.

Crespo, satisfecho Tras la victoria del sábado en Soria, el conjunto albiazul confía en encadenar ante el Jaén su segundo triunfo consecutivo, lo que le permitiría abandonar los puestos de descenso. "La victoria nos ha venido muy bien porque nos hemos metido de lleno en la pelea por salir del descenso. Ahora hay que refrendarlo con tres puntos en casa este sábado", explicó Iván Crespo. El portero albiazul, que jugó ante el Numancia por el lesionado Goitia, mostró su satisfacción por el buen encuentro que cuajó: "Llevaba mucho tiempo esperando la oportunidad de jugar. Nunca es agradable que te llegue por la desgracia de un compañero, pero tenía que intentar hacer las cosas bien para ayudar al grupo. Ganamos y dejamos la portería a cero, así que fue un debut soñado para mí".