Vitoria. Cerrado ya el período de descanso vacacional, la dirección deportiva alavesista comienza a dar los primeros pasos en el mercado invernal y el movimiento inicial dentro de este segundo zoco del curso ha sido para abrir las puertas de salida de la entidad del Paseo de Cervantes a un Gorka Laborda al que en el entrenamiento matinal del pasado sábado se le comunicó que no entra en los planes de futuro del equipo, se procedió a la rescisión unilateral por parte del club -existía una cláusula que así lo permitía sin necesidad de negociar con el futbolista y abonar una indemnización- de su contrato y se dio por finiquitada una relación que no ha llegado ni siquiera a alcanzar un año de duración. El delantero navarro, que lleva ya más de tres meses arrastrando una grave lesión de rodilla, es ya historia dentro del Deportivo Alavés y sus esfuerzos ahora se centran en recuperarse por completo de su dolencia -el club le ha ofrecido la posibilidad de seguir tratándose en sus instalaciones como hasta ahora, pero ya ayer no se le vio en Ibaia y seguramente seguirá trabajando por su cuenta- y encontrar de nuevo acomodo en Segunda División B.

La continuidad de Laborda en el proyecto para la categoría de plata tras haberse consumado el ascenso supuso una de las noticias más sorprendentes del pasado verano. El delantero nacido en Pamplona llegó a la disciplina alavesista el pasado mes de enero procedente del Peña Sport para suplir la baja del lesionado Rubén Negredo y Natxo González le dio bastante uso en su vanguardia, aunque Juanma Delgado estuvo por delante en los momentos decisivos. Eso sí, fue el navarro el que tuvo continuidad en el club y el valenciano el que hizo las maletas para iniciar una nueva aventura en el fútbol griego.

En media temporada en Vitoria, Laborda firmó cinco dianas y ofreció muchísimo trabajo arriba gracias a un físico espectacular, pero también evidenció carencias técnicas y cierta pelea con el gol. Su compromiso y un coste salarial muy bajo le sirvieron para continuar en el Alavés y poder así disfrutar de la oportunidad de debutar en Segunda. Así, el navarro fue convocado en los cuatro primeros partidos ligueros -en todos jugó minutos hasta alcanzar los 100- y fue titular en el segundo ante el Las Palmas. Todo antes del, para él, fatídico choque copero con el Zaragoza, en el que partió de inicio en el once y hubo de retirarse en camilla en el minuto 82 con una lesión de rodilla que parecía de extrema gravedad.

Los exámenes médicos a los que fue sometido descartaron una afectación a los ligamentos, pero, pese a ello, desde entonces el calvario del pamplonés ha sido una constante por culpa de esa lesión en la rodilla, finalmente muy grave al estar afectado el tendón rotuliano, que le ha mantenido en el dique seco durante más de tres meses -el club esperaba un regreso mucho más rápido a la actividad- y de la que sigue ahora recuperándose. Así, su último recuerdo con la camiseta albiazul es saliendo en camilla de Mendizorroza. Ese y más de cien días recluido en el gimnasio de Ibaia, sin saber durante mucho tiempo qué lesión sufría realmente y recayendo en el dolor cada vez que trató de volver a entrenarse con cierta normalidad.

La marcha de Natxo González, quien confiaba mucho en él, y la llegada de un Mandiá que se lo encontró lesionado y con tiempo de recuperación por delante han supuesto para Laborda su epitafio como alavesista. Más aún teniendo en su contrato una cláusula de corte en enero a coste cero para el club, que ha echado mano de la misma para efectuar un primer movimiento que le permite ganar un pequeño espacio de margen salarial en su plantilla para realizar contrataciones.

Al no tener que asumir la ficha del navarro hasta el final del curso, la dirección deportiva gana un pequeño margen de maniobra con respecto al tope de gasto marcado por la Liga de Fútbol Profesional. No demasiado, tampoco, ya que Laborda era uno de los jugadores del equipo de menor coste económico. Incluso, no sería mucho decir que era el futbolista más barato de los 23 que hasta el sábado, ahora son 22 momentáneamente, componían el plantel alavesista, que verá nuevos movimientos en las semanas venideras con incorporaciones y probablemente también con alguna baja más.