Vitoria. Las estrecheces económicas que desde hace unos cuantos años ya afectan a la mayoría de clubes de fútbol han motivado que, más allá de aquellos que siempre lo han hecho por convicción, cada vez sean más los que eligen la cantera como uno de los pilares fundamentales sobre los que edificar sus respectivos proyectos. No son pocos ni mucho menos los beneficios que se suelen obtener de las apuestas por el valor local y más todavía en los momentos de necesidad en los que la cartera no se encuentra para demasiadas alegrías. Sin embargo, el Deportivo Alavés no ha destacado precisamente a lo largo de su historia reciente por alinearse dentro de esta corriente futbolística. Más bien al contrario, la entidad del Paseo de Cervantes ha destacado por no conceder demasiadas oportunidades a sus jóvenes valores, que han tenido que terminar emigrando lejos de Mendizorroza para poder labrarse una carrera dentro del fútbol profesional.
Sin embargo, a los actuales responsables del Glorioso se les plantea la posibilidad de hacer de la necesidad virtud. Con el primer equipo sumido en una grave crisis de resultados que le ha llevado a acumular ya ocho jornadas consecutivas sin ganar y a caer hasta el penúltimo puesto de la clasificación, las reacciones deben ser inmediatas. La primera tuvo lugar la semana pasada y contó con Natxo González y Juan Carlos Mandiá como protagonistas. El entrenador vitoriano fue la primera víctima de esta errática trayectoria y al lucense, su sustituto en el banquillo local de Mendizorroza, le corresponde tratar de encontrar el camino de la redención.
Pero este movimiento es sólo el primero de una larga lista de ellos que se aproximan de manera inminente. En el seno del club son plenamente conscientes de que la actual plantilla no ha respondido a lo que se esperaba de ella y que resulta imprescindible meter la tijera en el mercado de invierno para llevar a cabo un trabajo de corte y confección que permita afrontar con un mínimo de garantías la segunda vuelta del campeonato y pelear por el gran objetivo de la permanencia.
En estos momentos son únicamente dos las fichas disponibles en la primera plantilla pero la dirección deportiva va a tratar de aumentar esta cifra mostrando la puerta de salida a algunos de los futbolistas que no han rendido conforme a las expectativas. Así, lograría un doble objetivo. Por un lado vaciar el vestuario para permitir la llegada de nuevos integrantes y, por otro, aligerar un poco el nivel de gasto que siempre implica reforzar una plantilla.
Y es aquí precisamente donde vuelve a aparecer en escena con fuerza la habitualmente olvidada cantera. Porque otra alternativa a la búsqueda de fichajes en el mercado de invierno es girar la vista hacia la planta inferior de la entidad y comprobar qué alternativas ofrece.
De esta manera, el filial albiazul está ansioso por poder ejercer su condición natural de vivero del primer equipo y, en una campaña en la que está protagonizando un notable rendimiento en el Grupo IV de la Tercera División, contar con opciones de dar el ansiado salto al profesionalismo. A las órdenes del navarro José Manuel Mateo, se ha conformado un conjunto sólido en el que no faltan las piezas de calidad y con varios nombres propios que, semana tras semana, reclaman con sus actuaciones sobre el césped una mayor atención de los responsables deportivos de la entidad del Paseo de Cervantes. Con el plus añadido además de ser vitorianos y sentir el alavesismo desde hace muchos años.
Es el caso, por citar solamente algunos, de Einar Galilea, Mikel Vesga, Julen Lafuente, Xabi Valdor, Aitor Delgado, Kevin Calle o Andoni Benito. Ejemplos todos ellos de jóvenes con notable proyección que han destacado a lo largo de sus trayectorias en las categorías inferiores y que esperan ansiosos su oportunidad para demostrar que tienen capacidades suficientes para integrarse como uno más en la primera plantilla del Glorioso. De momento, ellos están poniendo de su parte. Ahora, la pelota se encuentra en el tejado del nuevo entrenador y la dirección deportiva, que deben valorar si es más conveniente acudir al mercado invernal a la búsqueda de mirlos blancos que exigen un considerable desembolso económico o apostar por gente de la casa. O, quizás, la solución ideal, un camino intermedio entre ambas vías.
Los técnicos, disponen de alternativas con proyección entre las que escoger para prácticamente todas las posiciones del campo. De hecho, alguna de estas jóvenes promesas ya ha tenido contacto con el primer equipo. Es lo que sucede, por ejemplo, con Einar Galilea, que ya se ejercitó durante toda la pasada temporada a las órdenes de Natxo González y que durante los amistosos de verano fue un habitual en las alineaciones ante la falta de zagueros. Central zurdo muy fuerte, de gran potencial físico y buena salida de balón, no ha desentonado en absoluto cuando ha tenido que jugar con los mayores.
Otro nombre propio del que se espera mucho en Ibaia y que ya formó parte de la convocatoria alavesista en el duelo copero ante el Girona es Mikel Vesga. Se trata de un mediocentro zurdo con una notable visión de juego y capaz de encontrar casi siempre la opción más sencilla para dar continuidad al juego del equipo, lo que acompaña de un buen desplazamiento de pelota en largo. Un poco más adelantado en el terreno de juego, en la mediapunta, se desenvuelve Julen Lafuente, otro de los jóvenes valores pujantes de la cantera. Los que le siguen de cerca aseguran que se trata de un futbolista "diferente", lo que en sí mismo ya supone un plus de gran importancia en este mundo. La enorme calidad que atesora, y sus buenas visión de juego y conducción le convierten en una pesadilla para las defensa rivales. Algo parecido puede decirse de Aitor Delgado, jugador ambidiestro con gran capacidad para desbordar en el uno contra uno y muy intenso por ambas bandas.
Junto a ellos, también piden paso con fuerza hombres como Xabi Valdor (lateral derecho o central que destaca por su rapidez en el corte y su contundencia), Andoni Benito (mediocentro defensivo con gran capacidad de sacrificio y buena lectura del juego) o Kevin Calle (lateral o interior de brillante físico que siempre aporta la máxima intensidad). Son las ofertas de la casa para un Alavés que necesita nuevas energias como el comer.