Vitoria. Natxo González se despidió públicamente el pasado jueves en Mendizorroza, pero un nutrido grupo de alavesistas no quiso que el técnico vitoriano abandonase su ciudad para regresar a su adoptiva Reus sin antes tributarle un homenaje íntimo como reconocimiento a su exitosa trayectoria en el banquillo albiazul abruptamente quebrada esta misma semana. El bar Bon Mainton, al lado de la que ha sido su residencia en Zabalgana, acogió en la tarde-noche de ayer esta particular fiesta de despedida en la que el alavesismo de a pie rindió a Natxo González ese homenaje popular que sirve para llenar un poco más de cariño la maleta que el técnico de Ariznabarra se lleva de regreso a tierras catalanas. Y es que, cuando pase el tiempo, el nombre de Natxo González será el del entrenador que sacó, por fin, al Glorioso del abismo de Segunda División B. Fotos: jorge muñoz