Vitoria. Últimamente Gorka Laborda no recibe ninguna buena noticia y en las últimas horas, tras someterse a un nuevo examen médico para determinar el estado del edema óseo que sufre en la rodilla izquierda, el delantero navarro ha constatado que su regreso al equipo no está para nada cercano. El dolor en la rótula de su rodilla izquierda no ha disminuido y la articulación continúa inflamada, tal y como se pudo comprobar en la revisión que se le realizó el pasado miércoles en la consulta del doctor Mikel Sánchez, un especialista en todas las dolencias relacionadas con la rodilla. No existe un período de baja prestablecido ya que todo depende de que el dolor desaparezca, pero vista su evolución a lo largo de la súltimas semanas parece evidente que la convalecencia se va a extender durante unas cuantas semanas más.

Laborda cayó lesionado el pasado 10 de septiembre en el transcurso del duelo copero con el Zaragoza al sufrir un fuerte encontronazo con un rival en la disputa de un balón dividido. La resonancia magnética a la que fue sometido descartó un problema de ligamentos, pero sirvió para detectar un edema óseo -inflamación del hueso- en la rotula de su rodilla izquierda.

El pasado martes se cumplieron cuatro semanas desde que el delantero navarro cayera lesionado y ni el dolor ni la inflamación han desaparecido todavía. El futbolista ha llevado a cabo un período de reposo y también ha desarrollado trabajo específico de recuperación y de puesta a tono físico con sesiones en solitario en el gimnasio, donde la bicicleta ha sido su mejor compañera, ya que no puede hacer esfuerzos importantes y tampoco tocar el balón. Eso sí, ese descanso activo no ha surtido efecto todavía y el jugador mantiene dolores en la zona dañada, que no está tan inflamada como en los primeros días posteriores al traumatismo pero que tampoco se encuentra todavía en condiciones óptimas.

Por esta razón, Laborda fue sometido el pasado miércoles a una infiltración en la rodilla dañada para tratar de ganar tiempo en su recuperación y la semana que viene tendrá que volver a pasar revisión para comprobar cómo evoluciona la inflamación. No hay un período de convalecencia fijado, pero todo hace indicar que al punta albiazul aún le quedan unas cuantas semanas de convalecencia. Y es que en este tipo de lesiones el tiempo de baja habitual suele variar entre un mes y medio y dos meses. Teniendo en cuenta que el próximo día 10 de octubre se cumplirá un mes desde que se encuentra de baja, parece bastante complicado que el delantero navarro pueda reintegrarse al grupo antes de que finalice el presente mes de octubre, aunque si la evolución en los próximos días va por buen camino ese período de convalecencia podría acortarse.