Vitoria. Las lesiones, las bajas formas y las incorporaciones tardías están marcando el arranque de temporada de un Deportivo Alavés en el que Natxo González ha depositado toda su confianza en un núcleo duro bastante definido de jugadores que se encuentran en buenas condiciones físicas y para los que hasta el momento no han existido relevos de garantías. Por unas u otras razones, el técnico vitoriano ha tenido que echar mano casi en todo momento de los mismos futbolistas para confeccionar sus alineaciones y cuando se ha llevado la alegría de encontrarse con un alta, casi al mismo tiempo le ha tocado torcer el gesto al aparecer una nueva baja. Esta falta de efectivos ha condicionado un arranque de curso en el que el preparador de Ariznabarra apenas ha podido cambiar de nombres en sus alineaciones, ya que se ha visto obligado a echar mano única y exclusivamente de aquellos que en el apartado físico se han encontrado en condiciones de aportar cosas al grupo y aguantar la exigencia de los partidos. Así las cosas, la mitad de la plantilla acumula la mayoría de los esfuerzos, mientras que la otra parte del bloque apenas ha tenido relevancia en este arranque de curso en el que el entrenador albiazul ha echado en falta contar con más recursos.

En los cinco primeros compromisos ligueros, seis son los futbolistas que han partido siempre de inicio y también son los que más minutos acumulan. Goitia, Rubio, Luciano, Jaume, Guzmán y Viguera han sido siempre titulares y los dos primeros acumulan, además, todos los minutos ligueros disputados. En un segundo grupo se encuentran Manu García y Vélez, que han sido titulares en cuatro ocasiones. Llama poderosamente la atención la preponderancia de aquellos jugadores que ya fueron importantes durante el pasado curso, ya que seis de los ocho alavesistas que más juegan ya estaban en el equipo del ascenso. Curiosamente, todos ellos llevan entrenándose desde el primer día de la pretemporada, lo mismo que Goitia y Vélez que son los que completan este particular grupo de intocables entre los que el guardameta y Rubio son ya los únicos que acumulan la totalidad de minutos ligueros (450).

El siguiente en cuanto a titularidades es un Emilio Sánchez que ha partido en el once en tres ocasiones y que ha participado en los cinco partidos disputados. Tres veces han partido en el once inicial Pepe Mora y Lázaro y seguramente en el mismo hubiesen seguido de no haber mediado unas lesiones de cierta relevancia que han impedido al castellonense disputar dos compromisos y al vallisoletano tomar parte en el último. Con estos tres jugadores se completa el particular once de los más utilizados por Natxo González y a partir de ahí, con alguna excepción como el caso de Ortiz que ha entrado en los dos últimos partidos, se abre un abismo brutal.

importantes ausencias El central sevillano ha sido la alternativa en el eje de la zaga tras la lesión de Mora y se acerca a los doscientos minutos, pero el resto de componentes de la plantilla ha tenido una presencia escasamente relevante en los planes del equipo. El siguiente en minutos es Juanma, pero tras disputar entero el primer partido en Girona apenas ha entrado un par de veces desde el banquillo, mientras que Serrano y Laborda también han sido utilizados como recursos puntuales.

A partir de ahí, del resto de componentes de la plantilla solo Medina alcanza los noventa minutos de un partido entero, ya que el lateral hubo de disputar el compromiso inicial en Girona por la ausencia de Manu García. También las ausencias condujeron a la titularidad a Schenone en Murcia, pero el uruguayo, físicamente muy tocado, no pudo completar el choque entero. Lo mismo le pasó a Beobide en Montilivi, mientras que la baja forma de Quiroga y la tardía incorporación de Toti han impedido que ambos atacantes disfruten de más oportunidades hasta ahora.

Mención aparte, eso sí, se merecen los futbolistas que aún no se han estrenado en Liga. Más allá de la suplencia de Crespo, tanto Nano como Jarosik siguen esperando su estreno en la competición de la regularidad, ya que las lesiones les han impedido ser de la partida hasta la fecha. Así, varios jugadores llamados a ser importantes en este nuevo proyecto apenas han tenido la oportunidad de demostrar que van a ser piezas útiles.

Todo este compendio de problemas ha propiciado que Natxo González no haya podido realizar tantas rotaciones como le hubiese gustado y se ha visto obligado a confiar en todo momento en el mismo bloque de jugadores, quienes han visto salvaguardadas sus posiciones por la falta de alternativas. Malo para el equipo, ya que se reduce la competitividad en los entrenamientos y el rendimiento corre el riesgo de decaer.