chinos, rusos, indios, cataríes, saudíes o, tristemente conocidos por Vitoria, ucranio-americanos. De todas las banderas y pelajes han sido los inversores que a lo largo de los últimos años han volcado su interés en el fútbol europeo. Algunos han hecho grandes a unos clubes otrora nada opulentos. Otros han sido como Atila y el césped que pisaron no ha vuelto a renacer. Jeques, empresarios, fondos de inversión... Nuevas esperanzas teñidas del color del dinero que en unos casos han conducido a la gloria y en otros al cadalso. Precisamente, han sido los clubes españoles los peor parados en este particular reparto de nuevos ricos que han encontrado en el balompié el juguete con el que entretener su ocio. Y, pese a ello, cada cierto tiempo algún inversor de toque exótico aparece con la intención de reflotar un club. Es el caso del Sabadell, ahora controlado por el grupo japonés E-Plus-U que cuenta con la mayoría accionarial tras realizar hace un año una inversión que evitó el descenso de la entidad, cuya cabeza visible es Keisuke Sakamoto. El actual presidente del club arlequinado (como consejeros ha situado a sus compatriotas Masato Horita y Naosuke Takahashi) no es de los que se andan con pequeñeces y ya ha expresado públicamente que su objetivo es que el Sabadell se convierta en una alternativa a Barcelona y Real Madrid con un respaldo de 120 millones de japoneses. Una gira de pretemporada por el país del Sol Naciente, un acuerdo de colaboración con el Tokyo FC, una versión en japonés del web del club o la presencia en el equipo de un jugador nipón como Sotan Tanabe son las primeras muestras de un giro hacia el este de un salvador que afirma haber llegado para quedarse durante muchos años.

Keisuke Sakamoto pretende apostar por la cantera y que el proyecto no se base en grandes fichajes sino en jugadores formados en el propio fútbol base. Y si hay un grupo de jóvenes jugadores japoneses para atraer la atención del público de aquel país, mejor. Sin ir más lejos, la contratación del mediapunta Sotan Tanabe conllevó que cerca de tres centenares de sus compatriotas se abonasen al conjunto arlequinado. Y esa cantidad no es baladí para un club que cuenta apenas con 2.500 abonados y que se encuentra estrangulado por la presencia vecina de Barcelona, que acapara toda la atención de los medios y también de los aficionados. Y para captar la atención de los espectadores de su país de origen se encuentra en negociaciones con Mediapro para jugar los domingos a las 12.00 horas.

En el estadio La Nova Creu Alta también existe desde hace menos de un año un toque futbolístico de origen nipón. Y es que Yoichi Takahashi, el creador de la serie de dibujos Campeones protagonizada por Oliver y Benji, confeccionó un mural de diez metros cuadrados en el que aparecen los dibujos más reconocidos de la serie y también una nueva figura, Cesc Hiroshi, el nuevo personaje creado para identificar su serie con el Sabadell.

Hasta el momento, en Sabadell todo el mundo está muy contento con el hombre que evitó el descenso del club, que se mantuvo una temporada en segundo plano y que el pasado 31 de julio asumió la presidencia de un club que ahora se ha abierto al mercado japonés con la intención de dar un salto trascendental en su trayectoria.