Vitoria. El Deportivo Alavés se estrenará el próximo sábado como local y lo hará siendo uno de los clubes de Segunda División con un mayor apoyo por parte de su masa social. No en vano, no son muchos los clubes de la categoría de plata que puedan jactarse de superar la cifra de 8.000 abonados y la entidad del Paseo de Cervantes ya ha rebasado dicha cantidad con cierta amplitud. Se espera, incluso, que a lo largo de la presente semana, con el regreso de mucha gente de las vacaciones y el primer compromiso del curso en Mendizorroza a la vuelta de la esquina, el registro se incremente todavía un poco más en un tirón final que podría llevar a rebasar los 8.500 socios para este primer partido del curso, una cifra que aún podría verse incrementada teniendo en cuenta que el mes de agosto, y con él el asueto de muchas personas que en estos momentos no se encuentran en la capital alavesa, todavía no ha finalizado y se podría dar un empujón final de cara al duelo de la cuarta jornada en casa con el Sabadell. En todo caso, con los actuales números El Glorioso ya es uno de los equipos que más aficionados han conseguido reunir para el nuevo curso.

La entidad del Paseo de Cervantes ha conseguido incrementar en casi un millar los alrededor de 7.500 socios con los que cerró la pasada campaña -los últimos datos oficiales, de principios de agosto, cifraban en 8.200 los abonados-, una cantidad notable teniendo en cuenta la actual situación de crisis que está afectando a muchos clubes. Además, el conjunto vitoriano ya contaba en Segunda División B con una masa social bastante superior a la de los habitantes del escalón competitivo superior, por lo que ahora se encuentra entre los que mejores registros presentan en la categoría de plata.

El tirón del ascenso y el incremento de los precios de los abonos de una manera muy ligera, amén del regreso al fútbol profesional, han contribuido a que la cifra de aficionados que se han pasado por las oficinas del club para renovar su carné o conseguir uno nuevo. El pasado curso, entre otras cosas, sirvió para renovar la ilusión en el entorno de un club que llevaba muchos años de padecimientos y que con una temporada tan brillante consiguió enganchar a un buen número nuevo de parroquianos. El precio de los abonos, con la opción más asequible de tener un asiento en un fondo por 180 euros (un precio medio en la categoría, como también lo es el tope de 380 euros que cuesta la localidad más cara en Mendizorroza), tampoco ha resultado abusivo con el ascenso, lo que también ha facilitado el incremento de la masa social.

Esos más de 8.000 abonados sitúan al Alavés en la zona noble de Segunda, aunque en este sentido el que se lleva la palma es el Deportivo, que ya ha conseguido rebasar la cifra de 20.000 socios a pesar de ser un recién descendido. También se supone que el Zaragoza se encuentra en unos registros similares, pero el club maño no ha ofrecido números oficiales y en el entorno del club hay un enfado evidente porque el precio de los abonos es el más elevado de la categoría. A la zaga se encuentra el Sporting, que ronda los 16.000 abonados.

El cuadro vitoriano se encuentra en el siguiente bloque, que encabeza el Las Palmas con algo más de 9.000 abonados, siendo el Córdoba y el propio conjunto vitoriano los únicos que han conseguido superar la barrera de los 8.000.

iniciativas y dificultades Un caso especialmente curioso dentro de la categoría es el que ha protagonizado el Recreativo de Huelva, que se plantó como objetivo alcanzar los 9.000 abonados y que regalará a cada socio un nuevo carné si se supera dicha marca. En la campaña de promoción de esta iniciativa, los rectores de la entidad onubense regalaron el abono a 126 gemelos, que fueron los protagonistas del anuncio. Eso sí, con algo más de 7.000 simpatizantes, el objetivo marcado, y con él la duplicación de los abonados, parece lejano a alcanzarse. En Murcia y Mallorca se mueven en unas cifras similares, mientras que el Tenerife se acerca a ese número.

En líneas generales, los equipos pertenecientes a las grandes capitales provinciales cuentan con un respaldo numeroso, pero los problemas llegan para aquellos clubes que tienen su sede en localidades pequeñas o que se encuentran en la órbita de ciudades como Madrid o Barcelona, donde hacerse un hueco es realmente complicado.

En el primer grupo hay que situar a los Numancia, Lugo, Ponferradina, Eibar o Mirandés, conjuntos radicados en poblaciones pequeñas que en algunos casos ni siquiera son los más representativos de su zona. En estos casos, el crecimiento muy complejo, ya que no existe un mercado para crecer más allá del propio entorno cercano.

El otro caso, el de clubes que se ven fagocitados por estar en un mercado enorme, lo representan a la perfección Sabadell y Alcorcón, dos ciudades tan cercanas a Barcelona y Madrid que sus clubes tienen muy difícil conseguir un crecimiento en el número de abonados más allá de los fieles de toda la vida ya que en las inmediaciones cuentan con algunos de los mejores y más atractivos espectáculos futbolísticos del mundo.