Vitoria. La suerte, al menos de forma relativa, estuvo del lado de los dos equipos alaveses que el próximo mes de septiembre comenzarán a competir en una nueva edición de la Copa del Rey. Tanto Deportivo Alavés como Laudio disputarán sus respectivas primeras eliminatorias como locales, con lo que se ahorrarán un desplazamiento en el tramo inicial de una campaña en la que los esfuerzos de ambos clubes estarán centrados en el torneo de la regularidad. Sobre todo en el caso de la entidad del Paseo de Cervantes, ya que el sistema de competición que se viene utilizando durante los últimos años hace que esta competición que los albiazules estrenarán el 11 de septiembre sea como una china en el zapato.

El equipo de Natxo González, como integrante de la categoría de plata, entrará en liza en la segunda eliminatoria con el resto de componentes de la Liga Adelante. Las opciones eran tan variopintas como los otros diecinueve compañeros en el bombo -todos menos los filiales Castilla y Barça B- y existía el serio riesgo de tener que afrontar un desplazamiento de magnitud entre dos jornadas ligueras. En ese sentido, al menos la suerte ha acompañado al conjunto vitoriano, que disputará esta eliminatoria en Mendizorroza después de haber recibido el fin de semana anterior al Sabadell y antes de afrontar el viaje a Murcia. Sobre todo teniendo en cuenta ese desplazamiento a la capital pimentonera, que podía haber deparado una semana frenética, el hecho de actuar en Copa como local es toda una ganancia para los albiazules en todos los sentidos.

El rival tocado en suerte, eso sí, es de los que quitar el hipo. Todo un recién descendido como el Zaragoza, uno de los más claros aspirantes al ascenso y el club que cuenta, casi con total probabilidad, con el mayor presupuesto de toda la Liga Adelante. El equipo ahora dirigido por Paco Herrera visitará el estadio del Paseo de Cervantes el próximo 11 de septiembre (habrá que esperar, en todo caso, para conocer la fecha definitiva) en un partido que casi con total seguridad despertará interés en el alavesismo dado el potencial de un rival que, posteriormente, no volverá a visitar Mendizorroza hasta la segunda vuelta liguera, ya que el primer duelo entre ambos equipos en el torneo de la regularidad se jugará en La Romareda a finales de octubre.

En todo caso, y a tres semanas vista del enfrentamiento, no parece que ni vitorianos ni maños tengan una especial predilección por avanzar muchas rondas en la Copa. El premio para los equipos de Segunda es bastante escaso y, dependiendo de los sorteos, la competición puede acabar generando más pérdidas, tanto económicas como deportivas, que ganancias. Así, no sería de extrañar que en ese partido los menos habituales por ambos bandos disfrutasen de una buena ración de minutos.

"Lo más positivo es que jugamos en casa. Que vuelva la Copa a Mendizorroza siempre es bonito para el equipo y sobre todo para la afición, aunque jugaremos ante uno de los rivales más fuertes", señaló Natxo González, que tiene en su mente la idea de "revivir los días coperos en Mendizorroza, algo que a todos siempre nos ha gustado y que es un premio" y tiempos no tan lejanos en los que desde Segunda División el Alavés firmó temporadas espectaculares en el torneo del K.O.

más expectación Tampoco el Laudio, acostumbrado a ser un desafortunado en casi todos los sorteos federativos a los que ha asistido, puede quejarse en esta ocasión. Al menos en lo que se refiere a su primera eliminatoria, que en su caso se disputará el 4 de septiembre. El equipo de Ramón Castelo recibirá en Ellakuri al Real Unión y no tendrá que hacer frente a ningún gasto añadido. Bastantes tendrá ya en toda la temporada con los desplazamientos que habrá de afrontar dentro del Grupo II de Segunda B. Eso sí, en el caso de los clubes de la categoría de bronce, el premio es más relevante que el que tienen los de la división inmediatamente superior. Y es que los que consigan superar las tres primeras eliminatorias se asegurarán unos importantes ingresos al medirse a un equipo de Primera de los que juegan en Europa. En todo caso, para el Laudio la Copa no es un objetivo prioritario, aunque tratará de avanzar en una competición que ya en su segunda ronda dibuja dificultades para los alaveses con un posible desplazamiento a tierras andaluzas o murcianas, ya que su segundo rival saldrá de la eliminatoria que enfrenta a Écija Balompié y La Hoya Lorca.