vitoria. El centro de la zaga del Deportivo Alavés ofrece un vacío desolador que pretende ser corregido cuanto antes por la secretaría técnica a poco más de tres semanas para que se alce el telón liguero de la Segunda A. Tras descartar la continuidad de piezas básicas en el histórico ascenso como Javi Hernández y Agustín, la entidad albiazul continúa buceando el mercado prestando atención a los posibles descartes en Lezama. En este sentido, Javier Zubillaga se mantiene a la espera de que Ernesto Valverde vaya aligerando a medida que avanza la pretemporada el poblado vestuario de un conjunto donde algunos de sus jóvenes cachorros acabarán cedidos en otro lugar en busca de imprescindibles minutos para su progresión. Uno de ellos, que interesa sobremanera en las oficinas de Mendizorroza, será con total seguridad Unai Albizua, uno de los principales bastiones del filial rojiblanco durante la exitosa pasada temporada en la que disputó 40 encuentros ligueros y se quedó a las puertas del ascenso tras sucumbir en la última eliminatoria del play off por penaltis ante el Huracán.

De 1,81 metros y 24 años, el ayalés se convirtió en una pieza insustituible en el esquema de juego de los de Cuco Ziganda, siendo el líder y capitán sobre el terreno de juego. A pesar de ser central derecho, no es extraño verle en el perfil zurdo debido a su gran sentido táctico y su notable colocación defensiva. Los informes alavesistas hablan de un poderoso jugador que, sin exhibir grandes alardes técnicos, cumple sobradamente gracias a virtudes como la velocidad, la regularidad y la contundencia. A pesar de no ser muy alto, el juego aéreo también es otro de sus puntos fuertes.

Por todo ello, se perfila como una interesante opción para ser uno de los compañeros de Luciano, el único central con que cuenta a estas alturas Natxo González. Albizua llegó a las categorías inferiores del Athletic procedente del Laudio en edad cadete en el año 2003. En octubre de 2008, militando en el Basconia, su carrera futbolística sufrió un duro revés al romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla. Eso no fue ningún impedimento para Unai, ya que con esfuerzo, constancia y trabajo volvió a los terrenos de juego prácticamente un año después. En el ejercicio 2010-11, alternó su presencia en el Baskonia y el Bilbao Athletic hasta asentarse como uno de los fijos y veteranos del filial en la actualidad.

En marzo de este año, como prueba de su buen rendimiento, el club presidido por Josu Urrutia ejerció una cláusula existente en su contrato para renovarle hasta junio de 2015. Nada más hacerse cargo de las riendas del equipo, Valverde decidió que Albizua fuera uno de los futbolistas del filial que hiciera la pretemporada con el primer equipo. Sin embargo, la poblada nómina de centrales (Ekiza, San José, Laporte, Etxeita...) convierte su continuidad a las órdenes del Txingurri en una quimera. Su vuelta al filial supondría un paso atrás en su carrera, por lo que el Alavés constituye una inmejorable opción para que pueda seguir madurando. El defensa natural de Llodio no es el único rojiblanco que interesa al cuerpo técnico, ya que el centrocampista Erik Morán también se encuentra en el radar albiazul para terminar de confeccionar un colectivo de absolutas garantías para la vuelta a la categoría de plata.