Vitoria. Fue la primera incorporación que cerró de manera oficial la secretaría técnica del Deportivo Alavés y también el primero en ser presentado públicamente. Iñaki Goitia (Barakaldo, 2-3-1982) estrenó ayer, aunque fuera únicamente para posar ante los fotógrafos, la camiseta del Deportivo Alavés y se confesó "muy ilusionado" por afrontar un nuevo "reto" en su ya dilatada carrera. Precisamente esa experiencia ha sido uno de los valores que ha pesado en la decisión de los responsables del Glorioso de apostar por hacerse con sus servicios. "Se trata de un portero consolidado con un largo periplo en Primera y en Segunda División y aunque las negociaciones fueron un poco largas al final tuvimos la suerte de que se decantara por venir aquí", le presentó Javier Zubillaga.
El guardameta vizcaíno conoce a la perfección la categoría, que definió como "muy igualada, muy física y con jugadores de calidad además de campos importantes para poder jugar", y sabe que el combinado vitoriano no tendrá sencillo cumplir con el objetivo de conseguir la permanencia en la misma. El pasado ejercicio lo logró enrolado en las filas del Mirandés, aunque la escuadra burgalesa lo pasó mal hasta el último momento. Una circunstancia que, sin embargo, no desagrada para nada a Goitia. "El sufrimiento tiene una doble lectura. Es verdad que puedes llegar a pasarlo mal pero cuando el final es positivo después de haber sufrido siempre se disfruta mucho más así que tenemos que estar preparados para eso", advirtió.
El nuevo portero albiazul también rehuyó el papel de peso pesado del vestuario que se le adjudica ya desde fuera teniendo en cuenta su amplia experiencia y trayectoria. "Yo no hago diferencias dentro de un grupo. Para mí todos somos iguales independientemente de la edad o la carrera que hayas llevado. Cada uno tiene su propia historia y unas veces te tocará enseñar algo y otras escuchar para aprender de otros", argumentó.
Por último, y como no podía ser de otra manera, Goitia se refirió al hecho de que volverá a encontrarse en el vestuario de Mendizorroza con el que fue su suplente durante la primera parte del curso pasado en el Mirandés, Iván Crespo. "Para mí es un orgullo poder volver a compartir equipo con él porque es una magnífica persona, un gran portero, muy trabajador y muy humilde", destacó.
Cuestionado sobre el hecho de que su contrato por dos temporadas y el hecho de que el año pasado ya le ganó la partida al cántabro le conceda ventaja en la lucha por la titularidad, el vizcaíno lo negó en rotundo. "Me estaría equivocando y cometiendo un error grande si pensase que ya tengo adjudicado el puesto", advirtió. En este sentido, puso de relieve que la pelea entre ambos redundará en el beneficio del colectivo. "Los dos trabajaremos al máximo de nuestras posibilidades y tendremos una competencia muy sana que será buena para el equipo", vaticinó.