vitoria. Asegura un conocido refrán que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer y a esta máxima parecen haberse abonado la mayoría de los conjuntos que integran la Segunda División. Y es que de los veintidós conjuntos que iniciarán la competición el próximo 17 de agosto únicamente ocho han optado por cambiar de entrenador respecto al que les condujo al final del curso pasado. Se trata, en concreto, de los casos de Alcorcón (Miguel Álvarez sustituye a Pepe Bordalás), Sabadell (Javi Salamero por Lluis Carreras), Girona (Ricardo Rodríguez por Joan Francesc Ferrer), Zaragoza (Paco Herrera por Manolo Jiménez), Mallorca (José Luis Oltra por Gregorio Manzano), Mirandés (Gonzalo Arconada por Carlos Pouso), Numancia (Anquela por Pablo Machín) y Córdoba (Pablo Villa por Esnáider). A ellos se sumará probablemente el Murcia, que a estas alturas es el único que todavía no ha confirmado a su técnico para la próxima campaña, aunque parece bastante claro que no será Onésimo, el último inquilino del banquillo local pimentonero.

Un caso singular también es el del Guadalajara. Pese a que el club alcarreño está planificando el curso con aparente normalidad, lo cierto es que la Liga de Fútbol Profesional le notificó semanas atrás su descenso administrativo debido a unas presuntas irregularidades en el proceso de conversión en sociedad anónima. El conflicto lleva camino de resolverse en los tribunales y no está para nada claro si la escuadra castellana competirá en Segunda o no. Si lo hace, a los mandos del equipo continuará Carlos Terrazas, uno de los veteranos en el siempre complicado puesto de entrenador.

Los demás integrantes de la categoría de plata, por el contrario, han decidido mantener la confianza en aquellos que los han guiado hasta la fecha. Es el caso del Deportivo Alavés, que pese a los muchos interrogantes que sobrevolaron el futuro de Natxo González finalmente ha optado por conservar al vitoriano en el cargo. Idéntico camino han recorrido los otros tres combinados que regresan al fútbol profesional desde la Segunda B. De esta manera, Gaizka Garitano sigue en el Eibar, Álvaro Cervera hace lo propio en el Tenerife y Manolo Herrero al frente del Jaén.

En el lado opuesto de la balanza, sólo uno de los descendidos de la Liga de las estrellas ha optado por la continuidad. El trabajo de Fernando Vázquez, que estuvo a punto de salvar a un Deportivo que recogió prácticamente desahuciado, ha obtenido su recompensa con un año más de contrato para afrontar el reto de devolver al conjunto gallego a la máxima categoría.

En definitiva, una parrilla de salida con más caras conocidas que novedades pero que, la habitualmente implacable ley del fútbol se encargará de modificar sin que pase mucho tiempo.