vitoria. Javier Zubillaga sigue moldeando a su gusto la estructura técnica del Deportivo Alavés. José Manuel Mateo Azcona, quien en su día defendió los colores del combinado babazorro, se convertirá en las próximas horas en el nuevo entrenador del filial, tomando el testigo de Alberto López, que la pasada semana se confirmó como el nuevo asistente de Natxo González para el plantel de Segunda División A.
La negociación para zanjar el retorno del antiguo central chantreano, con gran experiencia como jugador y unas perspectivas muy halagüeñas como técnico, como ha quedado patente en su labor dentro de las categorías formativas del club pamplonés, no se logró cerrar ayer, en el transcurso de la reunión que mantuvo el técnico con la directiva en la capital alavesa. Pero las posturas están ya muy cercanas.
El destino le ha deparado un giro de guión inesperado al otrora bravo central chantreano. Hace apenas dos semanas, Mateo recibió un mazazo tras encontrarse en el amplio paquete de técnicos que recibían la carta de despido dentro del ambicioso plan renovador que el nuevo presidente de Osasuna, Miguel Archanco, puso en marcha en las instalaciones de Tajonar. Tras haber sonado como un firme candidato para relevar a Miguel Merino al frente del Osasuna Promesas, Mateo se vio en la calle.
"Fui a pedir una explicación porque quería saber las razones", lamentó en una entrevista concedida a Diario de Noticias de Navarra, pero nadie supo explicar, más allá de las afinidades personales del nuevo presidente rojillo, por qué se prescindía del que se señalaba como uno de los técnicos con más futuro en el organigrama de Tajonar. Mateo, de hecho, llegó a sonar como posible interino cuando José Luis Mendilibar estuvo en entredicho como entrenador del primer equipo. Así que, apenas unos meses antes de recibir la carta de despido, tuvo incluso opciones de asumir las riendas de la plantilla de Primera División, sin apenas experiencia, ante el escaso crédito del que gozaba un Miguel Merino que también ha sido despedido tras no mantener al filial rojillo en Segunda B.
Mateo, que goza de la confianza de un Javier Zubillaga con quien ya coincidió en Pamplona cuando el ahora director deportivo albiazul ejercía este mismo cargo en Osasuna, llega con la misión de proseguir con la labor de formación de jugadores que se ha llevado a cabo en estas últimas temporadas, cuando tras la marcha de Dmitry Piterman las sucesivas directivas han tratado de poner de nuevo en marcha la factoría de Ibaia.
Su labor al frente del equipo juvenil de División de Honor de Osasuna le ha permitido granjearse cierta fama de hombre serio y trabajador metódico, dos aspectos que Zubillaga valora y entiende que pueden resultar más que útiles para integrarlo en su proyecto. El hecho de que el cambio de ubicación laboral no vaya a resultar especialmente traumática desde un punto de vista familiar, ya que podría incluso permitir que su mujer e hijos permanecieran en Pamplona, es otro factor clave para el acuerdo.