Vitoria. La excepcional temporada protagonizada por el Deportivo Alavés en colectivo también deja espacio a las menciones individuales. Si sobresaliente ha sido el rendimiento global del equipo, de matrícula de honor ha sido el curso de algunos de los integrantes de la plantilla de Natxo González. La unión de todos ha sido fundamental para el funcionamiento del grupo y la consecución de todos los objetivos de la campaña con el ascenso a Segunda División ya escrito en letras de oro en la historia del club, pero dentro de este trabajo coral también han sido varios los nombres que han destacado por encima del resto. Y por encima de todos se encuentra, sin lugar a dudas, el de Borja Viguera, que se hace acreedor del Trofeo al Jugador más Regular del Deportivo Alavés que durante las cuatro últimas temporadas viene organizando DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. A la zaga del riojano, el cuadro de honor de la temporada 2012-13 lo completan Juanma Delgado y Óscar Rubio, como segundo y tercer clasificados, respectivamente.
El curso que ha rubricado Viguera en su primera campaña en El Glorioso es digno de figurar a la par de algunos de los mejores futbolistas que ha tenido este club a lo largo de sus más de noventa años de historia. Quince goles en la fase regular, los dos goles que valieron el ascenso, los tres que sirvieron para que el cuadro albiazul se proclamase campeón de Segunda B, tres más en la Copa del Rey, seis asistencias y un sinfín de acciones que han levantado a Mendizorroza y al alavesismo de sus asientos para aplaudirle con la boca abierta.
El futbolista formado en la cantera de la Real Sociedad ha deslumbrado en Vitoria protagonizando el mejor año de una carrera que ha vuelto a relanzarse tras unos años un tanto grises. Para el recuerdo quedarán sus dos goles de penalti en la eliminatoria que dio el ascenso a Segunda ante el Jaén, pero también multitud de acciones individuales brillantes y un buen carro de gestos técnicos en los que ha sacado a relucir toda su calidad.
El mediapunta riojano ha explotado todo su talento con la camiseta albiazul y por ello se ha hecho acreedor, con 29 puntos, a hacerse con el Trofeo al Jugador más Regular del equipo en la campaña 2012-13, sucediendo en el palmarés del premio de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA a Igor Martínez (2009-10) y Javi Casares, que se llevaron el galardón en las dos campañas precedentes (2010-11 y 2011-12).
La pelea de Viguera por llevarse el trofeo fue cerrada hasta el último momento con Juanma Delgado, pero la descollante actuación del riojano en el play off, consiguiendo los cinco goles alavesistas, acabó decantando la balanza. Eso sí, la temporada del valenciano no ha sido menos espectacular que la de su compañero. Llegado a Vitoria sin que casi nadie tuviese referencia alguna de sus cualidades, se ha mostrado como un delantero letal y ha cerrado el curso con siete dianas ligueras y una copera. Esos registros bien podían haber sido más elevados, pero entre una puesta a punto tardía y diversos problemas físicos no ha podido jugar tanto como hubiese sido deseable. Eso sí, en su primer año de andadura con la camiseta albiazul Juanma ha demostrado que tiene por delante un importante futuro en el mundo del fútbol a poco que vaya puliendo poco a poco los defectos propios de la juventud. Olfato goleador y una gran capacidad para ejercer de ariete le acompañan y a buen seguro que Mendizorroza, donde se ha convertido en todo un ídolo, sigue aplaudiendo sus goles la próxima temporada en Segunda.
El podio de la clasificación que premia las actuaciones individuales lo completa un jugador tan brillante del que poco importa que sea defensa para destacar la magnitud de su campaña. En el fútbol brillan los goles y las genialidades con el balón y a esos aspectos no es asiduo Óscar Rubio, pero a correr la banda tanto para defender como para atacar nadie supera al ilerdense. En su segunda campaña en el club, el perenne lateral derecho albiazul ha roto registros de permanencia en una banda en la que apenas se ha perdido un partido. Puñal constante por su flanco y corredor incansable, también fue el protagonista de una de esas imágenes que quedaran grabadas en el recuerdo del alavesismo. El gol de la victoria en San Mamés, la diana que daba un triunfo que casi certificaba un liderato que suponía haber recorrido medio camino de regreso a Segunda. Rubio ha hecho suya la banda derecha de Mendizorroza y con su actitud incansable y su derroche físico se ha convertido en uno de los referentes del alavesismo.