Vitoria. Las cuatro últimas temporadas del Deportivo Alavés han sido un auténtico suplicio para los aficionados por los malos resultados, pero también han servido para reavivar el fuego de una pasión que se había ido enfriando con unos cursos precedentes en los que el balón parecía lo menos importante. Han sido muchos los aspectos que han influido en el renacer del alavesismo, entre ellos la posibilidad habitual de ver jugar al equipo cada semana por la cercanía de los desplazamientos. Allá donde ha ido El Glorioso no le ha faltado una nutrida representación de seguidores, superior en ocasiones en número a la de los equipos locales. Pero si algo ha contribuido de manera decisiva a ese cambio experimentado en el ambiente de los partidos, sobre todo en los disputados en Mendizorroza, ha sido el nacimiento de Iraultza 1921, el colectivo en el que se han agrupado todas las antiguas peñas y que esta temporada, la primera completa en activo tras echar a andar en marzo de 2012, ha marcado el ritmo con sus canciones, sus pancartas y sus ánimos desde el Fondo de Polideportivo. Colorido y espectáculo que vivirá en el duelo ante el Jaén su éxtasis con la que se espera sea la celebración del regreso del Alavés a Segunda División.

En su primer año de vida, es evidente que Iraultza 1921 ha cumplido el objetivo con el que nació. Anteriormente la mayoría de las peñas albiazules trabajaban por separado y también ocupaban lugares diferenciados en su grada. Convertido ahora en el fondo de animación, todos los anteriores grupos menores se han unido en uno solo que trabaja de manera homogénea en sus distintas propuestas y actividades. Cánticos, megáfonos, banderas, tifos, desplazamientos, material de animación... Todas las voces son ahora una sola y de esa unión ha brotado un ambiente sensacional en Mendizorroza, ya que la animación que surge desde Polideportivo ha tenido acompañamiento por el resto de las gradas del estadio.

Tras una temporada en la que la voz de Iraultza 1921 se ha escuchado en todos los campos por los que ha pasado El Glorioso viviendo en la visita a San Mamés su punto álgido con la continuación que tuvo en la semana siguiente en la celebración del primer puesto del grupo ante el Tudelano, los integrantes de este colectivo llevan ya un par de semanas preparando la gran fiesta de Mendizorroza en la que el objetivo final es celebrar el ascenso.

"La cuenta atrás va avanzando, los nervios y las ganas, aumentando. Puede que nos encontremos ante las últimas horas que pasaremos siendo equipo de Segunda B. Va a haber que pelear muy duro para conseguir el ascenso, por lo que no queremos transmitir euforia desmedida ni confianza excesiva, sino entusiasmo y locura por estar con El Glorioso. Quedan noventa minutos cruciales y, a pesar de que el objetivo no está aún conseguido, ni mucho menos, es un hecho que el viento por ahora sopla a favor. Y más que va a soplar si la afición del Deportivo Alavés vuelve a demostrar de lo que es capaz. Va a ser un día muy grande. No te limites a mirar y vívelo con nosotros. La gloria nos espera", reza el llamamiento del colectivo.

Se trata de una llamada a acudir a Mendizorroza, pero también marca una cita para vivir una jornada festiva desde primeras horas de la mañana tiñendo de azul y blanco el centro de Vitoria como se hace en otras ciudades cuando toca viajar. Así, la ruta de Iraultza 1921 arrancará justo a mediodía en el que es el tradicional punto de encuentro de la asociación de peñas, el Bar Sierra (Kutxi), donde habrá precios especiales en las consumiciones para empezar a cargar pilas antes de la comida.

Sin saltar al campo El colectivo permanecerá en esa zona hasta las 16.00 horas, cuando bajará a la Plaza de la Virgen Blanca para comenzar desde allí su marcha conjunta hacia el campo, tiñendo las calles del centro de camino hacia Mendizorroza en una exaltación de los colores albiazules. El plan es llegar en una hora al estadio del Paseo de Cervantes para acceder a un Fondo de Polideportivo que estará lleno a las 17.00 horas y animar a los jugadores desde que salten al campo a calentar. Justo antes del inicio, el colectivo tiene preparado un tifo gigantesco que necesitará de todas las manos que sean posibles para ser desplegado y que cubra toda la zona de detrás de la portería. A partir de ahí, como siempre, cantar, gritar y animar hasta el final del partido.

A partir de ese pitido final, si todo marcha como el alavesismo desea, desde el colectivo se hace un llamamiento a todos los que acudan a Mendizorroza para que no salten al césped a celebrar el ascenso. En éxitos recientes vividos en el estadio del Paseo de Cervantes miles de personas han accedido al campo, lo que ha dado lugar a tumultos, golpes, trifulcas, celebraciones deslucidas y cuantiosas multas económicas para el club por invasión. Por eso, desde todos los estamentos del Alavés y desde Iraultza 1921 se pretende que la celebración del ascenso se parezca a las vividas recientemente en San Mamés o ante el Tudelano, donde los futbolistas pudieron disfrutar sobre el césped y los aficionados desde las gradas. Para culminar la jornada festiva, a partir de las dos de la mañana la Sala One (Plaza San Antón, 5) vivirá la culminación del festejo por el esperado regreso a Segunda División.