la llegada de los meses finales de una temporada supone el pistoletazo de salida para la confección de los proyectos venideros y en el caso del Deportivo Alavés los contratos firmados el pasado verano permiten ir conociendo los primeros esbozos de lo que será el equipo vitoriano en el curso 2013-14. La plantilla albiazul ya tiene tres caras fijas -de no mediar rescisiones o ventas- en las figuras de Óscar Rubio, Iván Crespo y Manu García. Los tres futbolistas han alcanzado la renovación al haber disputado el mínimo de partidos recogido en sus respectivos contratos: treinta en los casos del ilerdense y del vitoriano y quince en el caso del guardameta. También Jaume ha llegado a esos treinta partidos marcados, aunque en el caso del mediocentro su renovación viene unida a una segunda cláusula, conseguir también el ascenso de categoría.

Muy pocos son los componentes de la plantilla que tienen ante sí la posibilidad de ganarse la renovación en el caso del alcanzar el mínimo de partidos exigidos. Uno de ellos podría ser Javi Hernández, que llegará a esa cifra cuando dispute su siguiente compromiso, pero el caso del manchego es uno de los más especiales dentro del vestuario alavesista ya que no aceptó cuando firmó su contrato ninguna cláusula que contemplase su renovación por partidos disputados. Consideraba el central, pieza indiscutible para Natxo González, que propuestas no le faltaría, ya fuesen del Alavés o de otros clubes, en el caso de jugar tantos compromisos, así que optó por no ver comprometida su continuidad más allá de la presente temporada. Así las cosas, si el Alavés quiere que Javi Hernández siga en nómina el próximo curso tendrá que sentarse con él a negociar un nuevo contrato.

Las oportunidades de renovación por partidos se van agotando para sus compañeros, aunque en el caso de alguno de ellos conseguir el objetivo es algo inminente. Por ejemplo, Borja Viguera ya suma veintiocho partidos y solo una lesión le impediría renovar automáticamente al alcanzar los treinta. A dos de esa cifra se encuentra también Luciano, aunque en su caso, como en el de Jaume, la renovación va también ligada al ascenso de categoría. La horquilla, eso sí, comienza a ser muy pequeña para los que se encuentran un poco más lejos de esa renovación por partidos. Si, como todo hace indicar, acaba primero de grupo, el Alavés tiene por delante entre seis y ocho partidos. Si sube en la primera eliminatoria, luego tendrá dos partidos en los que se jugará el título de Segunda B. Si cae en esa eliminatoria de campeones, se reengancharía de nuevo al play off en semifinales y si las superase tendría que jugar la final por el ascenso, lo que le haría disputar ocho compromisos más.