Vitoria. Entre algodones va a permanecer Iván Crespo durante toda la semana para tratar de restablecerse por completo del fuerte golpe que sufrió en su rodilla izquierda en el entrenamiento del pasado sábado y que le obligó a jugar bastante mermado el domingo en Las Llanas. El guardameta cántabro no participó en la sesión de trabajo matinal de ayer en Ibaia y habrá que ir evaluando la evolución de la articulación dañada día a día, aunque todo hace indicar que volverá a vestirse de corto este sábado en el duelo con el Amorebieta.
Los infortunios con los porteros no paran de sucederse y el cántabro ha sido el último afectado tras las caídas de Miguel y Urtzi. La imagen del entrenamiento de ayer lo decía todo, ya que los únicos guardametas disponibles eran uno de los dos del filial (Sergio Herrera) y el juvenil Diego Carrio. El otro guardameta del filial Sergio Pérez, al que le tocó defender la portería del Aficionados por la tarde ante el Basconia al estar sancionado Herrera, no estuvo presente en el trabajo matinal del primer equipo al estar realizando unas prácticas.
Quien tampoco saltó al césped de Ibaia para trabajar al mismo ritmo que sus compañeros en una primera parte del entrenamiento de marcada tendencia física y en la que el peso recayó en Gerardo Izaguirre fue un Jagoba Beobide con el que también se está siguiendo un plan específico por culpa de las molestias en el tobillo que lleva arrastrando desde hace semanas. El de Azpeitia ya paró durante un par de días antes de la visita a Sestao y ayer se quedó en el gimnasio hasta que Natxo González se puso a los mandos de la sesión para comenzar con el trabajo táctico. Se pretende que el mediocentro guipuzcoano, pieza clave dentro del equipo, llegue en las mejores condiciones físicas al tramo decisivo y por ello se ha optado por este plan de recuperación para tratar de hacer desaparecer, o al menos mitigar, las molestias que viene sufriendo en el tobillo y que le han impedido recuperar su mejor nivel físico.
Ya con el azpeitiarra sobre el césped, Natxo González apuntó los primeros detalles del que puede ser el once inicial en el partido del próximo sábado contra el Amorebieta, donde por lo visto ayer pueden producirse hasta tres novedades con respecto al que empató en Las Llanas. Una, evidente, es el regreso al lateral izquierdo de Juanje en sustitución del sancionado Manu García. Precisamente, la acumulación de cinco amarillas fue lo que impidió que tanto Luciano como Borja Viguera jugaran en tierras vizcaínas y los dos pueden recuperar su puesto en el once de cara al compromiso venidero. El gallego supliría en el eje de la zaga a Sergio Ayala para conformar pareja de centrales con Javi Hernández, mientras que el riojano volvería a la mediapunta, su hábitat natural, relegando de nuevo a la suplencia a Jonan. Manteniendo el 4-2-3-1 habitual, los otros ocho jugadores serían los mismos que jugaron contra el Sestao.
El esas pruebas tácticas, Natxo González advirtió del peligro del Amorebieta, uno de los pocos equipos que juegan con dos delanteros e hizo especial hincapié en frenar las incorporaciones por las bandas de los laterales Aldalur y Larreategi.