Vitoria. Independientemente de la categoría en la que milite la próxima temporada el Deportivo Alavés, y esperando que sea la Segunda División, la idea que maneja la dirección deportiva es dar continuidad a la base fundamental que a lo largo del presente curso está firmando una sensacional campaña. El borrón y cuenta nueva que se utilizó el pasado verano para desmantelar un equipo que había fracasado y hacer que el aire fresco entrase en el vestuario ha funcionado de maravilla y ahora se pretende asentar el próximo proyecto sobre estos cimientos que tan bien están funcionando en la actualidad.

En estos momentos el Alavés tiene veintidós futbolistas en nómina (los lesionados Miguel y Negredo tienen contrato), aunque dos de ellos (Ayala y Barahona) se encuentran cedidos. A partir de ahí, y dependiendo de la categoría en la que milite el equipo, los responsables deportivos tendrán que ir tomando decisiones, aunque el plan de futuro pasa por mantener al menos a la mitad de la actual plantilla.

La presencia en Segunda o Segunda B cambia mucho la planificación del futuro y, en estos momentos, poco es lo que puede hacer la dirección deportiva encabezada por Javier Zubillaga. No es lo mismo buscar futbolistas para un equipo de plata que para otro de bronce y por eso habrá que esperar hasta el próximo mes de junio para que desde los despachos se puedan dar pasos en firme más allá de las renovaciones automáticas que se produzcan hasta final de curso.

En este tiempo de espera, y ya puestos a rizar el rizo, el mejor escenario para el Alavés sería ascender a la primera en la eliminatoria de campeones que se disputará los días 25 o 26 de mayo (ida) y 1 o 2 de junio (vuelta). Y es que, más allá del éxito deportivo el club ganaría mucho tiempo en la planificación de un nuevo proyecto en Segunda, ya que de lo contrario habría que esperar al último fin de semana de junio para poder dar pasos firmes en la nueva planificación, fuera en la categoría que fuera.

El conjunto vitoriano ha sido cabeza de ratón en su andadura en Segunda B y lo seguiría siendo de seguir en la categoría, pero un ascenso a Segunda no le convertiría directamente en cola de león. En el club se calcula que el actual presupuesto de tres millones de euros se vería prácticamente duplicado en la categoría de plata, en la que el pacto televisivo es muy jugoso y también se produciría una mayor recaudación por abonos y publicidad.

Sería, sin duda, un presupuesto ajustado, más aún teniendo en cuenta que un millón de euros iría destinado al pago del concurso de acreedores, pero en la tesitura actual en la que se encuentra el panorama futbolístico el proyecto alavesista puede ser muy goloso para muchos jugadores. Un club que paga al día, un equipo histórico y una ciudad acogedora para vivir, una oferta que no se encuentra en muchos sitios. Eso sí, para todo eso primero hay que asegurar el ascenso.