Vitoria. La tarde de ayer en Mendizorroza cumplió todas las expectativas posibles. El Deportivo Alavés cuajó ante la UD Logroñés un partido práctico e impoluto que le permite sumar otros tres puntos y comandar la tabla con un colchón cada vez más mullido. Así las cosas, y aunque finalmente no se produjo la goleada largamente esperaba por todos -incluido él mismo- Natxo González se mostraba incapaz de sacar un solo pero a sus pupilos. "El resultado ha sido corto. Hubiera podido ser el día del 3-0 o el 4-0 que personalmente tengo la sensación de que va a llegar pronto. Hemos querido desde el principio ampliar la diferencia en el marcador y ha sido importante el cambio de banda de Guzmán y Sendoa para que recibieran por su perfil bueno. Tras nuestro primer gol ya se ha visto que el contrario estaba partido", explicó el entrenador vitoriano antes de admitir que la amarilla de Viguera fue forzada a petición suya. "Tenemos mucha gente con acumulación y eso es algo que teníamos que gestionar también", aseveró.

Aunque habitualmente los técnicos son reacios a centrar sus palabras en un jugador concreto, el preparador albiazul sí quiso dedicar varios halagos al joven Sergio Ayala, titular en la zaga junto a Luciano. "Quiero hacer público lo satisfecho que me siento del partido que ha jugado Sergio y lo orgulloso que estoy de su comportamiento. Quería darle esta oportunidad de ser titular en Mendizorroza porque chicos como él son los que hacen que un equipo pueda cumplir sus objetivos", incidió sobre Ayala.

"Diría que Javi está ya recuperado al cien por cien, pero hemos tomado la decisión de no meterlo porque él no estaba muy convencido todavía, aunque podía haber competido", aseguró el entrenador. González, que antes del partido contra la escuadra riojana pidió a los aficionados albiazules un plus de ánimo en esta recta final, agradeció el apoyo de una grada que tuvo la mejor entrada de la temporada. "Me tomé la licencia de pedirles esa ayuda en este último tramo y han estado fantásticos. Les doy mi enhorabuena y espero que se puedan tomar unos zuritos satisfechos porque su equipo ha ganado. Con esta comunión podemos conseguir algo grande", concluyó satisfecho el vitoriano, al que poco a poco se le van agotando los adjetivos para definir la gran labor de su equipo.