vitoria. Un equipo con un delantero contento es un equipo feliz, y en el fútbol sólo hay una forma legal de tener a un ariete satisfecho: con goles y victorias. Sin embargo, por muchos que sume en su casillero particular, aún no ha nacido goleador que asegure sentirse saciado con una cifra concreta. Todos quieren más goles, y los quieren ya, obviando los que han metido y lamentándose por los que han errado.
Borja Viguera es un buen ejemplo. El delantero albiazul ha alcanzado este curso su récord anotador como delantero. Y eso que aún restan al menos diez jornadas por delante. Con diez goles -siete en Liga y tres en la Copa del Rey- Viguera ha superado ya los nueve que acumuló las temporadas 2006-07 y 2007-08 en las filas de la Real Sociedad B. Éste está siendo su mejor año de cara a portería, y a pesar de todo le sigue quitando el sueño los disparos que no acabaron besando las mallas de la meta rival." Llevaba tiempo sin conseguir esta cifra de goles, pero podía llevar más porque he fallado bastante ocasiones. Cuando un equipo va bien como vamos nosotros y responde como está respondiendo, a título individual las cosas siempre te salen mucho mejor", explica el jugador nacido en Logroño, pichichi albiazul en la presente campaña.
Pese a anotar su séptimo tanto en Liga el pasado fin de semana en Tafalla gracias a un penalti, Viguera es consciente de que la falta de puntería es probablemente el único pero que se le puede sacar a un Deportivo Alavés imparable durante toda la campaña. Una obsesión a la que su entrenador ya se preocupó de restarle importancia hace apenas unos días bajo el peligro de trasladar a sus pupilos una ansiedad innecesaria.
Y es que Natxo González no quiere que un detalle como éste lastre el ánimo de una plantilla que está realizando un trabajo impoluto hasta la fecha. "No creo que sea una obsesión, pero está claro que no materializamos todas las ocasiones que tenemos. Defensivamente estamos muy bien y generamos muchas ocasiones, pero por unas cosas u otras no las metemos. Pero al final en el mundo del fútbol lo importante es generarlas y sabemos que trabajando durante la semana y con una pizca de suerte en otro partidos llegarán las vitorias más holgadas y más tranquilas", valora el futbolista, punta de lanza de un equipo que basa su potencial en el excelente trabajo defensivo. Y una buena defensa empieza siempre desde el hombre más adelantado "No somos un equipo de once o catorce jugadores, somos una plantilla de veinte. Cada uno aporta lo que tiene que aportar en cada momento y al final eso es lo que hace que un equipo vaya primero, que no hayamos encajado apenas goles y que casi no hayamos perdido partidos. A todo eso le sumamos que nos llevamos muy bien, y eso se ve luego dentro del campo, especialmente en estas categorías tan difíciles y largas como la Segunda B.
rivalidad vecinal El sábado en Mendizorroza Viguera recibirá al equipo de su ciudad, la UD Logroñés, aunque curiosamente nunca llegó a formar parte de las categorías inferiores del ahora extinto club de la capital de La Rioja. Eso no le impide conocer la rivalidad que existe -ahora quizás más diluida- entre riojanos y albiazules. "Ahora mismo es un rival que no está muy bien en la tabla, pero en los encuentros entre Alavés y Logroñés siempre hay mucha rivalidad. Y después del último partido queremos volver a ganar en casa", asegura.
Con cinco puntos de ventaja sobre el Bilbao Athletic, segundo clasificado, el cuadro vitoriano encara la recta final de la fase regular con la satisfacción del trabajo bien hecho, por mucho que los resultados previos al triunfo en Tafalla hicieran tambalear un poco los sólidos cimientos levantados hasta la fecha. "Confiamos mucho en nosotros mismos y sabíamos que íbamos a volver a ganar pronto. Pero esto sigue siendo muy largo y muy difícil. Los rivales van a seguir apretando y nosotros no tenemos que aflojar en ningún momento. Al final los que ganamos o perdemos los partidos somos nosotros y éramos nosotros los que podíamos cambiar la situación en ese momento que hubo dos resultados que no fueron victorias. Debemos estar tranquilos y tenemos que confiar en el equipo como hasta ahora", recuerda el goleador alavesista, al que si se cumplen las previsiones meteorológicas le tocará hoy entrar bajo la nieve junto al resto de sus compañeros.
"Cuando nieva es un follón, así que espero que no nieve mucho", confiaba ayer en las instalaciones de Ibaia a las que, si el tiempo lo permite, regresará hoy para preparar el partido del sábado. Una nueva oportunidad para seguir sumando goles en su casillero.