Vitoria. El Deportivo Alavés finiquitó en Zubieta los dos primeros tercios de la temporada, los que le han servido para alcanzar la fase decisiva del curso en una posición de enorme privilegio. La regularidad y la constancia a lo largo de los seis primeros meses de competición han sido las dos principales características de un equipo que se ha ganado crédito de sobra para encarar el último tercio de la fase regular, el definitivo, con una pequeña renta que manejar en el caso de que se le tuerzan un poco los resultados. Los indicios, todos ellos, conducen al primer puesto al final de la temporada, pero no hay equipo que esté libre de posibles inconvenientes por muy bien que haya salvado los dos primeros tercios de la temporada. Los números de este Alavés son primorosos y gracias a ellos encara con garantías su segundo objetivo del año, el de liderar el Grupo II al final de las 38 jornadas ligueras para encarar la fase de ascenso en una posición muy ventajosa.

En el segundo tercio de curso recién finiquitado el conjunto albiazul ha rebajado sensiblemente sus prestaciones con respecto a un arranque de temporada que fue prácticamente idílico. Y es que si n las primeras trece jornadas los pupilos de Natxo González se fueron hasta los 31 puntos (diez victorias, un empate y dos derrotas), en las trece siguientes la cosecha ha sido de 26 puntos (siete victorias, cinco empates y una derrota). Llama poderosamente en los registros del conjunto vitoriano la bajada en la aportación ofensiva, ya que si en el primer tramo fueron 21 los goles favorables, en el segundo el registro se queda en 16. Mientras tanto, en defensa los números se mantienen estables con seis y siete goles encajados en cada tercio.

Al cuadro alavesista, inamovible en el primer puesto desde la tercera jornada, le ha servido este segundo tramo del curso para abrir diferencias con respecto a su perseguidor más inmediato, el segundo clasificado, pero la brecha se ha producido por el hundimiento del Eibar, que solo lleva 16 puntos en el segundo tercio, ya que tanto Bilbao Athletic (25 puntos en los primeros trece partidos y 27 en los trece siguientes), como Amorebieta (22 y 29) y Barakaldo (16 y 28) han firmado un segundo tercio de curso mejor que el de los vitorianos.

Le queda por delante al equipo de Natxo González el último tercio de competición, con doce compromisos para acabar la fase regular con el objetivo de alcanzar el primer puesto y con cinco puntos de margen con respecto al Bilbao Athletic y seis con el Amorebieta. El resto de oponentes, dadas las diferencias, parecen ya descartados de cara a la pelea por el primer puesto.

Echando un vistazo a lo ya pasado, a estos mismos doce partidos dentro de la primera vuelta de la competición, no cabe otra que ser optimistas con el futuro de este Alavés, que en esa docena de compromisos dio un mazazo considerable a sus rivales amasando 27 puntos. De repetirse semejante cosecha, el equipo de Natxo González se iría hasta los 84 puntos y no solo garantizaría el primer puesto, sino que también lograría el récord de puntos en la categoría de bronce. Parece complicado repetir semejante botín, así que tampoco está de más echar un ojo a los rivales para discernir si va a ser preciso pisar el acelerador a fondo en el final del curso o si va a ser posible encontrar un espacio para el descanso y la recuperación antes del play off de ascenso.

aplastante mejoría El Bilbao Athletic consiguió en esos doce últimos partidos de la primera vuelta 25 puntos, mientras que el Amorebieta se quedó en 22. Fue el Eibar el único capaz de seguir el ritmo de los alavesistas en ese tramo final de la primera vuelta, ya que los armeros calcaron los registros de los vitorianos.

Echando la vista atrás a estas mismas alturas de competición en las tres campañas precedentes del conjunto alavesista en la categoría de bronce, las diferencias son, casi siempre, brutales. Solo el equipo dirigido por Miguel Ángel Álvarez Tomé en la temporada 2010-11 resiste, y de lejos, la comparación, ya que de la mano del técnico leonés el equipo también iba líder tras 26 jornadas, pero con 52 puntos, cinco menos que en la actualidad. Las otras dos versiones ya evidenciaron a estas alturas que pelear por el ascenso les iba a resultar imposible, ya que de la mano de Javier Pereira se acumulaban 38 puntos y el equipo marchaba noveno, mientras que con Carlos Granero iba sexto con 41 puntos.

En temporadas precedentes, los actuales registros albiazules solo son superados por el Sant Andreu del propio Natxo González (62 puntos en la temporada 2009-10) y los 58 que atesoraron Barça B (2001-02), Castellón (2002-03), Cádiz y Alcoyano (ambos en la 2008-09).