Vitoria. Veinte jugadores hasta enero y veinte serán los que terminen la presente temporada militando en la plantilla del Deportivo Alavés. Las tres incorporaciones concretadas en el primer tramo del mes de enero han sido, finalmente, las únicas que ha podido cerrar la dirección deportiva albiazul encabezada por Javier Zubillaga y la última negociación abierta, el intento de cesión del canterano del Sevilla Salva González, quedó descartada entre la noche del miércoles y la mañana de ayer. Los intereses económicos de hispalenses y vitorianos no encontraron un punto de encuentro y finalmente desde la entidad del Paseo de Cervantes se dio por zanjada una operación que hubiese servido para reforzar todavía más el centro del campo con un joven mediocentro de corte defensivo de enorme proyección al que solo cuestiones monetarias han impedido vestir la camiseta albiazul como era su deseo.

La operación se encontraba encarrilada solo hace un par de días, pero la entrada en escena el miércoles del propio presidente del Sevilla, José María del Nido, dio un vuelco definitivo a la situación inicial. El máximo dirigente del inquilino del Sánchez Pizjuán solicitaba al Alavés una contraprestación económica a cambio de la cesión de Salva, pero desde la entidad de Mendizorroza, como ha ocurrido en anteriores negociaciones, el objetivo era conseguir al jugador al mínimo coste posible y sin asumir indemnización alguna. Como ni de una ni de otra parte se variaron las posturas iniciales, la cesión de Salva al Glorioso quedó prácticamente abortada el miércoles por la noche, recibiendo en la mañana de ayer su estocada definitiva.

Así las cosas, se queda Natxo González definitivamente sin el que hubiese sido el cuarto refuerzo en el mercado invernal tras las incorporaciones de Iván Crespo (Mirandés), Gorka Laborda (Peña Sport) y Juanje Torrejón (Écija). Los dos primeros llegaron para ocupar las fichas de los lesionados Miguel Martínez y Rubén Negredo, mientras que para dar de alta al tercero hubo que negociar la salida de la entidad de Asier Salcedo. En resumen, tres entradas y tres marchas que dejan al Alavés como estaba al principio de la temporada, con veinte licencias ocupadas en el primer equipo del tope de veintidós que permite la Federación en Segunda B.

Eso sí, esta rueda de altas y bajas no ha supuesto ningún ahorro económico para la entidad vitoriana, que se verá obligada a asumir las tres nuevas nóminas y también a seguir abonando las de los tres futbolistas que han sido dados de baja federativamente. Como ganancia, al menos el club alavesista no ha realizado desembolso alguno en concepto de traspasos, ya que han sido los propios jugadores fichados los que han abonado la rescisión a sus respectivos equipos de procedencia para poder así obtener la carta de libertad.

plantilla corta Después de estos seis movimientos entre altas y bajas, la plantilla alavesista mantiene las mismas veinte fichas con las que se inició la temporada. En el primer tramo del curso este hecho de no alcanzar el tope de veintidós licencias permitido ha sido contraproducente en el día a día del equipo y acabó pasando factura en un mes de diciembre en los que el cansancio acumulado y las muchas lesiones sufridas acabaron pasando factura en forma de unos malos resultados que en este arranque de año ya se han conseguido dejar aparcados.

La lacra de las lesiones, que han afectado en alguna ocasión hasta a trece futbolistas del equipo, propició que los jugadores que se encontraban sanos se sobrecargasen de minutos, con la lógica pérdida de frescura en las piernas que propició el paso de las jornadas. Ese mismo riesgo vuelve a tener el equipo en el futuro -agravado también por las posibles sanciones por culpa de las tarjetas, que han sido mínimas hasta la fecha-, ya que una nueva plaga de problemas físicos como la vivida en la primera vuelta sería un enorme lastre para el desarrollo de la temporada, aunque, en este sentido, desde el regreso de las vacaciones los problemas de lesiones relevantes parecen haber dado un respiro a la plantilla albiazul.

En esta tesitura, y ahora que cuenta con su plantilla al completo, en las últimas jornadas Natxo González ya ha comenzado a dosificar los esfuerzos de algunos futbolistas que habían alcanzado sobrecargados las vacaciones navideñas. Los casos más llamativos son los de Jonan y Guzmán, quien después de jugarlo casi todo en el primer tramo del curso han disfrutado de bastante descanso en el mes de enero.

Con posibilidad de realizar rotaciones y futbolistas que pueden adaptarse a varias demarcaciones, seguramente el técnico vitoriano seguirá optando en el futuro inmediato por los relevos en sus alineaciones y convocatorias en los diferentes partidos que vienen por delante para que sus jugadores lleguen frescos a los meses de mayo y junio para jugarse el ascenso en las mejores condiciones físicas.