Vitoria. Muchos nombres están sonando en el entorno del Deportivo Alavés con motivo de la búsqueda de éste de un par de fichajes para reforzarse de cara a la segunda vuelta liguera pero en los últimos días ha sido el de Gorka Laborda, delantero navarro del Peña Sport, el que lo ha hecho con más fuerza.
Laborda es un nueve clásico, de referencia y su perfil coincide con el requerido por el Glorioso en esta campaña. Juventud e identificación territorial (no sólo de vascos vive este Alavés pero sí que ha visto incrementado su número desde este curso) le avalan. Sus números, tres goles en lo que va de liga, no son para tirar cohetes como tampoco lo erán los de un Juanma Delgado que se ha convertido en; si no indispensable, sí muy útil; en la punta de ataque alavesista.
Laborda se crío en las categorías inferiores del Osasuna de donde tuvo que emigrar hacia el Lagunak donde jugó División de Honor. De allí al Benidorm. En el equipo valenciano pasó dos tempordas hasta regresar a Euskadi a través del filial del Athletic. Era el curso 2010-11.
Después de un año en el que jugó catorce partidos, Ciganda prescindió de él por lo que tuvo que regresar a tierras navarras, esta vez, hasta Tafalla para integrar el plantel del Peña Sport. Ahora podría dar un nuevo impulso en su carrera en las filas del Deportivo Alavés.