vitoria. Presentadas ya las cuentas sobre el pasado ejercicio por parte del Deportivo Alavés, las conclusiones son, en líneas generales, positivas aunque parte de la masa social del club se cuestiona ciertos aspectos de éstas como el importante desfase en gastos externos.
El desequilibrio presupuestario en este apartado es uno de los mayores junto con el de Gastos financieros y acumulados que pasa de los 40.000 que se pensaron a los 317.654 que finalmente se realizaron. Un desfase de 277.654 euros. Menor es el que hace referencia a los mencionados Servicios Exteriores. Si se presupuestaron 684.200 euros finalmente se pagó casi un millón. 902.827 para ser exactos. Muchos de los accionistas del club tienen el temor de que hacia aquí se desvíen salarios de otras empresas que integran también Saski Baskonia S.A.D. La razón está en el aludido desfase y en que, según economistas consultados, ésta suele ser una partida que ejerce a menudo como cajón de sastre, en la que pueden entrar varios gastos de la entidad sin aclarar el concepto, es decir, de donde provienen. Otra de las cuestiones que ha llamdo la atención del accionista del club reside en las previsiones de gastos de personal para el curso que nos ocupa. Tradicionalmente este concepto siempre ha estado separado entre el personal deportivo y el resto, si bien es cierto que esta partida se reduce desde los 2,1 millones que se gastaron en la campaña anterior. En aquella sí que se contabilizaron por separado ambos aspectos destinándose 1,4 millones de euros a la parcela deportiva. Sombras susceptibles de aclararse y que no oscurecen una buena gestión para un club que llevaba una década en números rojos. Si se obvia el beneficio contable de 3,2 millones de euros procedentes de la sentencia de Telefónica favorable al club y que le eximirá de pagar la deuda contraída a tal efecto, la entidad del Paseo de Cervantes se quedaría en unas pérdidas que rondan los 100.000 euros. Aceptable para como lo cogieron.
Hay varios motivos que justifican ese déficit además. Entre ellas están las indemnizaciones, 93.886 euros. El grueso de este montante acude a la rescisión de contrato llevada a cabo con Luis de la Fuente. El entrenador riojano hubo de abandonar la nave alavesista en medio del pasado curso a petición de una junta directiva que ya no confiaba en su proceder. Su sustituto, Carlos Granero abandono el club al final de temporada mediante una cláusula ejecutada, de nuevo, desde el club con la esperanza de encontrar un mejor director de orquesta en el aspecto deportivo.
Afortunadamente se ha encontrado. Natxo González dirige con brillantez los designios de un Alavés que marcha primero en Liga y que ha alcanzado los dieciseisavos de final de la Copa del Rey cayendo con toda dignidad ante el F.C. Barcelona, probablemente el mejor equipo del mundo. Este buen quehacer sobre el césped influirá de manera positiva, como no podía ser de otra manera en una entidad deportiva, en el balance próximo.
De hecho, una de las razones que se esgrimen para justificar el no haber logrado unos mejores números en las cuentas de la temporada anterior residen en el triste proceder futbolístico del Deportivo Alavés. El solo hecho de haber llenado el campo ante un todopoderoso como el Barcelona influirá de manera determinante en la caja del club por las entradas o abonos de los socios que el año anterior fue de un millón de euros y, todo hace indicar, que en éste se superará. No sólo por este factor. Si todo va como parece, el Alavés disputará el play off por el ascenso. Otro aspecto crucial para aumentar los ingresos directos de la entidad a través de su masa social, una de las mayores de la categoría. Conviene reseñar también el aumento de la subvención destinada al club por la Diputación en época de vacas flacas, de 750.000 a 1.300.000 euros así como el aumento de ingresos por publicidad, de unos 600.000 euros a 889.000.