Vitoria. La Copa ha sido muy positiva para el Deportivo Alavés desde una doble vertiente: la deportiva y la económica. En lo que tiene únicamente que ver con el balón, el equipo de Natxo González ha conseguido superar tres rondas ante un par de oponentes de rango menor y ante un rival como el Huracán que podría ser oponente en el play off, mientras que en su eliminatoria con el Barcelona ha sabido mantener firmes sus virtudes, durante muchos tramos ha tratado de tú a tú al equipo de Tito Vilanova y, a pesar de haber sido eliminado, se ha marchado del torneo dejando buenas sensaciones.

Este buen hacer sobre los diversos terrenos de juego ha servido para reactivar la ilusión del alavesismo y también para inyectar una importante partida económica en las arcas de la entidad. Muchos son los equipos de Segunda B que luego obtienen excelentes resultados en forma de ascenso después de haber brillado en el equipo del K. O. y eso, en buena parte, tiene que ver con el dinero que consiguen ingresar en estas eliminatorias antes los grandes del fútbol estatal, que son las que permiten reforzar todavía más los bloques con los que han funcionado bien en el primer tramo del curso.

Para el Alavés la Copa ha sido muy beneficiosa desde el punto de vista pecuniario y ahora llega el momento de acertar a la hora de invertir en nuevas incorporaciones ese dinero que se ha ingresado a través de la buena labor desarrollada en el ya finiquitado torneo. Y es que la plantilla cuenta con necesidades perentorias por culpa de las lesiones de Miguel Martínez y Rubén Negredo, amén del deseo de retocar la estructura de una plantilla que en agosto no quedó del todo completa en su configuración.

A la espera de conocer exactamente el alcance del problema del riojano, el director deportivo albiazul, Javier Zubillaga, ya se encuentra sondeando el mercado para cubrir las bajas, seguramente para toda la temporada, de estos dos jugadores que eran piezas fundamentales del puzle de Natxo González. Sus bajas federativas liberarán dos fichas senior, por lo que la secretaría técnica tiene las manos libres a la hora de afrontar la contratación tanto de un guardameta como de un delantero que ofrezcan plenas garantías al tratarse de dos piezas fundamentales dentro de un equipo que aspira al ascenso.

Más allá de estas necesidades a las que obligan las lesiones, otro de los objetivos marcados es reforzar el lateral izquierdo defensivo, donde hasta ahora se ha echado mano de futbolistas para los que no se trata de su demarcación habitual, como Manu García, Salcedo o Ayala. La presencia a prueba de Manu Micó hasta el próximo 15 de diciembre responde a este deseo de fortalecer ese puesto con un futbolista habituado al mismo y si el valenciano no convenciese en este período se seguiría sondeando el mercado.

Hay que tener en cuenta, además, que a las dos plazas senior que liberarán Miguel y Negredo -a las que en un momento determinado se podría unir alguna más en el caso de que se apueste por rescindir algún contrato en vigor, situación que de momento no se contempla- hay que unirles las dos de jugadores sub'23 que quedaron libres cuando el mercado se cerró en agosto. La dirección deportiva albiazul no quiso agotar el cupo de veintidós fichas que permite la Federación y ahora cuenta con ese margen de movimientos para completar la plantilla que será la definitiva para pelear por el ascenso.