vitoria. El destino parece empeñado en no dejar disfrutar al Deportivo Alavés de la excelente temporada que está protagonizando. La felicidad raramente acostumbra a ser completa y el combinado vitoriano lo está experimentando en carne propia. Cuando domina con mano de hierro la clasificación de su grupo y en vísperas de disfrutar de la atractiva visita al Camp Nou, una pésima noticia vino a enturbiar el horizonte a corto y medio plazo. Las pruebas médicas a las que se sometió en la jornada de ayer revelaron que Miguel Martínez sufre la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, lo que , evidentemente, supone que se encienda la alerta roja en la portería albiazul.
La misma lesión que padece su compañero Rubén Negredo y que en el peor de los casos -desgraciadamente también el más probable- le hará perderse toda la temporada. Según se encargó de explicar el jefe de los servicios médicos de la entidad del Paseo de Cervantes, Alberto Fernández, la fractura que presenta el cancerbero riojano no es exactamente igual a la del delantero madrileño, por lo que el tratamiento también presenta algunas diferencias.
Mientras que en el caso del ariete se optó desde el primer momento por la operación, en esta oportunidad se pretende recorrer un camino alternativo. El estado de la rodilla de Miguel Martínez obliga a esperar aproximadamente un mes antes de poder pasar por el quirófano. Pues bien, aprovechando esta circunstancia los galenos van a realizar un intento desesperado de recuperar la lesión sin que tenga que intervenir la cirugia. Una solución que reduciría considerablemente el periodo de convalecencia dejándolo en aproximadamente mes y medio o dos meses.
Sin embargo, el propio Alberto Fernández reconoció que hay "muy pocas" posibilidades de que este tratamiento acabe teniendo éxito. El proceso a seguir durante las próximas semanas consistirá en que Miguel realice trabajo específico de fortalecimiento de la articulación y reciba plasma rico en factores de crecimiento con el objeto de estabilizar al máximo la rodilla. Al cabo del mes se le examinará y si este tratamiento conservador consigue resultados positivos se mantendrá para afrontar el tramo final de la recuperación. En el caso contrario -el más probable-, se optará definitivamente por el paso por el quirófano lo que, al igual que sucedió en el caso de Rubén Negredo, implicará una recuperación de no menos de seis meses y el consiguiente punto final para él a la presente temporada.
Obligados a fichar Esta lesión -que se produjo durante el calentamiento del encuentro del pasado sábado ante la Gimnástica de Torrelavega (aunque el riojano pudo aguantar los noventa minutos sobre el césped)- llega en el peor momento para el Alavés, puesto que el otro guardameta de la primera plantilla, Urtzi Iturrioz, también se encuentra lesionado. En su caso todavía no ha superado la dolencia muscular que se produjo en el duelo ante el Lleida hace dos jornadas y tampoco viajará junto al resto del equipo para medirse al Barcelona en el Camp Nou. Ello supondrá que sea el joven Sergio Herrera, de diecinueve años y portero titular del filial, el que defienda la portería albiazul en el choque de Copa del Rey y quién sabe si también el domingo en Liga ante el Racing de Santander B.
En cualquier caso, lo que parece evidente es que la grave lesión de Miguel Martínez avoca al club a entrar de lleno en el mercado para incorporar a un portero que consolide una posición que se ha visto muy mermada por los percances físicos. Lo contrario, sería fiar la suerte de la temporada a una pareja integrada por el teórico suplente y una joven promesa de la cantera a la que se le augura un gran futuro que no cuenta con experiencia al máximo nivel. Lo que está por ver es si la directiva espera a la apertura del mercado invernal para acometer esta incorporación o por el contrario aprovecha una de las dos lesiones de larga duración que padece para realizarlo de manera inmediata.