Vitoria. Al igual que los cargos públicos suelen contar con el margen de los cien primeros días de su mandato antes de ser sometidos a los habituales análisis, el primer tercio de la Liga también se presenta como un plazo más que suficiente para que la clasificación refleje de manera bastante fidedigna la realidad de la competición. Si aplicamos esta teoría a la actual temporada dentro del Grupo II de la Segunda División B, se puede extraer una conclusión bastante interesante. Y es que, a día de hoy, el codiciado primer puesto parece únicamente cosa de dos.

Afortunadamente, uno de los integrantes de esa pareja -sin duda el que mejores prestaciones ha exhibido hasta la fecha- es el Deportivo Alavés. Con un notable balance de 31 puntos cosechados sobre los 39 que se han puesto en liza, el combinado de Natxo González comanda la tabla y ha permanecido en esa atalaya ininterrumpidamente desde el inicio del curso. Sin embargo, este destacado expediente no le ha valido para poner tierra de por medio con uno de sus directos competidores. De esta manera, el Eibar le pisa los talones y es segundo a únicamente un punto de distancia del plantel de Mendizorroza.

La fractura, en cambio, sí parece evidente con el resto de teóricos candidatos a pelear por el codiciado primer puesto de la clasificación que concede una doble oportunidad de lograr el ascenso. Así, Athletic B, tercero, Lleida, cuarto, y Amorebieta, quinto, se encuentran ya a seis, ocho y nueve puntos de distancia respectivamente del Glorioso. A partir de ahí se abre un pequeño abismo que parece ya completamente insalvable -por lo menos en lo que respecta a luchar por el liderato- para el grupo que comanda el Real Unión con 19 puntos en su casillero.

Se abre por lo tanto un escenario en el que los dos gallos del grupo parecen decididos a mantener un intenso pulso en pos del premio gordo de la temporada regular. La duda estriba en saber si ambos serán capaces de mantener el trepidante ritmo que se han impuesto hasta ahora en lo que resta de curso.

Porque si bien es verdad que el Deportivo Alavés es el que más ha destacado gracias a sus prolongadas rachas de victorias y el buen juego desplegado, no lo es menos que el Eibar ha conseguido calcar prácticamente los registros albiazules manteniéndose fiel a su habitual pragmatismo.

De la mano del exalavesista Gaizka Garitano, el combinado armero únicamente ha encajado una derrota -en la muy lejana tercera jornada ante el Tudelano- y lleva un mes aprovechando al máximo la inercia de la ola buena que le ha permitido encadenar cuatro triunfos consecutivos. Además, en el duelo directo entre ambos que tuvo lugar en el sexto capítulo liguero también cosechó una importante y valiosa victoria (3-1).

Minimizar errores Teniendo en cuenta esta situación, se antoja bastante complicado que cualquiera de los demás teóricos candidatos a disputar el primer puesto consigan dar el importante acelerón a su rendimiento que necesitarían para poder situarse a la altura de albiazules y armeros. Así, por ejemplo, la trayectoria del Lleida está jalonada de demasiados empates y únicamente la victoria lograda en los despachos frente al UD Logroñés le permite mantenerse entre los cuatro primeros de la tabla. Algo similar puede decirse de los casos de Amorebieta y Real Unión que, en la actualidad, ni tan siquiera disfrutan del premio de verse en posiciones de play off. Peor todavía le van las cosas al sempiterno candidato UD Logroñés que, una vez más, está cometiendo un sinfín de errores que le pueden costar muy caros al final del curso.

Con dos tercios del campeonato -los realmente definitivos- todavía por disputarse, el mano a mano entre Alavés y Eibar promete emociones fuertes y, muy probablemente, incertidumbre hasta el último momento. Teniendo en cuenta el dominio que parecen tener sobre el resto de sus competidores, aquel que consiga minimizar sus errores para conceder las menores posibilidades posibles tendrá mucho ganado para cruzar la línea de meta en la primera posición.