Vitoria. Mala fortuna la que está teniendo Manu García. Cuando el vitoriano ve puerta, y ya van dos veces en el presente curso, el Deportivo Alavés no gana. Y eso que ayer, muy al contrario que en Eibar cuando marcó el 3-1, su gol parecía definitivo para encarrilar la victoria. El jugador formado en las categorías inferiores de la Real Sociedad protagonizó un partido notable, siendo el único futbolista capaz de generar peligro en una primera parte plana para después, en la segunda, eirgirse en el autor del único y a la postre insuficiente gol albiazul, demostrando una vez más su poderío en las jugadas a balón parado. Por ello, en lateral zurdo alavesista se lleva los tres puntos de la jornada.

Dos puntos se lleva quien fue su compañero de andanzas en la segunda parte en el flanco izquierdo, Luismi. La entrada del cacereño le dio un nuevo aire al equipo, ya que generó peligro en casi todas sus intervenciones. Fue el ejecutor del saque de esquina que propició el gol de Manu García y también provocó el penalti que luego falló Guzmán.

El último punto de la jornada se lo lleva Óscar Rubio, de nuevo desequilibrante desde el lateral derecho en la segunda parte.