Vitoria. La buena marcha del Deportivo Alavés a lo largo de la presente temporada ha conducido a que el club no asuma prisas innecesarias a la hora de resolver los problemas que se le presentan. Cuando todo marcha sobre ruedas en el apartado deportivo, el único punto negro albiazul lo representan las lesiones, sobre todo la de un Rubén Negredo que ayer pasó por quirófano y que se verá obligado a perderse lo que queda de curso. El tiempo para recuperarse completamente de la rotura de ligamentos de la rodilla se estima en seis meses, periodo de baja que abre las puertas a la llegada de un nuevo futbolista en su sustitución. Pese a ello, en la dirección deportiva alavesista se apuesta en estos momentos por la calma y todo hace prever que no se producirán movimientos antes del mercado invernal.

Desde el Alavés se entiende que la baja de Negredo es muy importante y trastoca seriamente los planteamientos del club, pero de la misma manera se es consciente de que noviembre y diciembre no son los mejores meses para zambullirse en el mercado. Si se diese el paso de suplir a Negredo, el club dispondría de solo quince días para cubrir su ficha, un espacio temporal demasiado apremiante dentro de un zoco yermo en el que lo único rescatable son jugadores sin equipo que no llegarían en el mejor estado físico.

En esta tesitura, la apuesta en estos momentos, de no mediar algún ofrecimiento ciertamente relevante e irrechazable, pasa por aguardar hasta el mercado de invierno, donde sí que se espera encontrar alguna pieza importante para completar el equipo más allá de la anunciada sustitución del lesionado Negredo.

Se confía desde la dirección deportiva en la suma a la vanguardia de dos jugadores que, por diferentes motivos, hasta la fecha han dispuesto de muy pocos minutos.

Por una parte está el caso de Luismi, llamado a ser pieza importante en el ataque por su posibilidad de adaptarse a varias posiciones, quien por culpa de dos quistes que le provocaban molestias en el gemelo ha estado casi dos meses de baja. El extremeño reapareció ante el Barcelona y en los tres primeros partidos oficiales de la temporada ya dejó buenas sensaciones, marcando el gol de la victoria en Barakaldo y siendo de lo mejor del equipo en el duelo copero en Catarroja.

El segundo elemento al que se quiere sacar un mayor partido a partir de ahora es Juanma Delgado. El valenciano, en baja forma a su llegada, apenas ha tenido participación en el equipo, pero el único día que ha jugado de verdad se sacó de la chistera un partidazo ante el Huracán en un duelo en el que incluso abrió el marcador. En los pocos minutos de que ha dispuesto ha demostrado ser batallador, no está exento de olfato goleador y su corpulencia puede ser un buen argumento a utilizar en compromisos venideros.