Vitoria. Hasta la fecha dos son los únicos jugadores de la plantilla del Deportivo Alavés que han disputado todos los minutos oficiales en los catorce compromisos celebrados en lo que va de curso, pero a partir de mañana solo uno de ellos podrá presumir, si nada varía de manera radical en apenas unas horas, de mantenerse como el único albiazul que lo ha jugado todo a lo largo de la presente temporada. Óscar Rubio busca su particular pleno al quince de partidos completos, una meta que no podrá alcanzar Javi Hernández, castigado con un partido de sanción por acumulación de cinco amarillas. El lateral derecho catalán ha disputado hasta el momento los 1.290 minutos oficiales (cabe recordar que ante el Huracán se jugaron treinta añadidos de prórroga) y ante el Sestao River añadirá otros noventa minutos más a esa cifra si no es sustituido o expulsado, dos aspectos no muy habituales para el defensa albiazul.
Y es que estos quince partidos completos consecutivos no suponen apenas una novedad para el lateral ilerdense. No en vano, ya la pasada campaña encadenó veintidós compromisos disputando los noventa minutos en el tramo final del curso, desde la decimoséptima hasta la trigésima octava jornadas. Unidos los de antaño con los de hogaño, el catalán ya suma 36 compromisos consecutivos completos con la camiseta albiazul, una cifra que con total seguridad seguirá incrementando en las fechas venideras, ya que nada hace indicar que Natxo González vaya a prescindir de su presencia en la banda derecha de la zaga alavesista.
Estos hechos recientes que han convertido a Óscar Rubio en todo un referente albiazul contrastan sobremanera con lo que fueron sus inicios en la entidad del Paseo de Cervantes. No existe punto de comparación posible entre el jugador que tantas dudas despertó en el arranque del pasado curso y el que ahora campa a sus anchas por toda la banda derecha, dando así continuidad a la buena labor ejercida en el segundo tramo de la pasada campaña, cuando fue de lo mejor de un equipo que se hundía.
La principal causa de esta mejoría evidenciada con el paso del tiempo responde a cuestiones físicas. Del Óscar Rubio que aterrizó en Vitoria al que acabó como un cohete la temporada y sigue ahora en velocidad de crucero media un abismo. Le pesó al ilerdense el mucho tiempo de inactividad entre su salida del Dinamo de Bucarest y su llegada al Alavés y esa falta de entrenamientos la pagó con un arranque de curso en el que en nada recordaba al jugador que tan buenas campañas protagonizó en el Nàstic de Tarragona o el Elche.
mal comienzo Así, de los dieciocho primeros partidos del pasado curso (dieciséis en Liga y dos en Copa) solo jugó siete completos y fue titular en otros dos, siendo expulsado en uno y cambiado en otro. Marc Fachan le ganó la partida en un inicio de temporada en el que el galo estaba mejor físicamente, pero la lesión de este le abrió definitivamente las puertas de la titularidad indiscutible, además sin posibilidad alguna de tener relevo desde el banquillo.
Esa acumulación de minutos y la progresiva mejoría en el aspecto físico le permitieron a Óscar Rubio ir acercándose cada vez más al nivel que de él se esperaba y en el tramo final del curso se convirtió en una de las mejores piezas del equipo. Su seguridad defensiva se convirtió en una constante, así como sus llegadas al ataque doblando al extremo y generando siempre mucho peligro, ya fuera a través de sus centros o de sus remates lejanos, como bien quedó reflejado con un golazo desde la frontal ante el Lemona.
Pero si notable fue su final del pasado curso, el inicio del presente es de sobresaliente y rozando la matrícula de honor. El ilerdense, recién estrenada una paternidad que ni siquiera le impidió perderse el partido copero contra el Atlético Sanluqueño, es uno de los referentes de este Alavés de Natxo González, un dato relevante teniendo en cuenta que es un lateral derecho, una pieza que normalmente pasa desapercibida en todos los equipos.
Mucho hay que destacar para que un jugador de dicha demarcación sea considerado como uno de los mejores del equipo y eso es lo que está haciendo el catalán, que está desplegando un nivel impresionante. Notable nivel defensivo y sobresaliente cuando se incorpora al ataque, donde ha formado una pareja temible con Guzmán.
sin recambio puro Único lateral derecho puro del equipo, es el único jugador de la plantilla que no tiene un doble, ya que las otras opciones que maneja Natxo González son reubicar a Luciano o echar mano del canterano Kevin Calle. Si a eso se le une que no ha recibido apenas tarjetas (solo una amarilla y en Copa) y que físicamente se encuentra en un momento óptimo, solo cabe esperar que Óscar Rubio siga completando partidos enteros y que su cifra de compromisos consecutivos siga creciendo al mismo ritmo.
El catalán es el único que aspira a tener en su haber todos los minutos oficiales. El otro jugador que lo ha jugado todo hasta la fecha es Javi Hernández, pero sus cinco amarillas le obligarán a descansar mañana. En Liga también ha disputado los 900 minutos Manu García, pero el vitoriano salió desde el banquillo en el choque copero en Catarroja, donde solo jugó siete minutos. El caso contrario es el de Jaume Delgado, que es el tercer futbolista albiazul que ha jugado todos los minutos en el torneo del K.O. (390), pero que ha descansado en Liga.