Vitoria. Las recomendaciones que el club había hecho en las jornadas previas al encuentro de ayer para que los aficionados albiazules no esperasen hasta el último momento para acudir a Mendizorroza surtieron efecto y el acceso de los seguidores vitorianos al terreno de juego se produjo sin ningún tipo de problemas.

Pese a que el coliseo del Paseo de Cervantes registró un lleno histórico que reunió a casi veinte mil personas, lo cierto es que los tornos funcionaron a pleno rendimiento y aunque se formaron algunas lógicas colas, éstas no impidieron que todo el mundo pudiera presenciar desde su localidad el inicio de la contienda.

El público fue llegando de manera escalonada a las inmediaciones de Mendizorroza -dos horas antes del inicio del encuentro ya había un buen número de aficionados esperando la apertura de las puertass, que se produjo a las nueve menos cuarto- y esto facilitó que no se produjeran embotellamientos ni atascos inoportunos que privaron a los seguidores albiazules de presenciar los noventa minutos de un encuentro inolvidable.

Lo mismo puede decirse en lo que respecta al uso de los vehículos particulares. Porque es verdad que el parking de Mendizorroza ya estaba prácticamente lleno a rebosar desde dos horas antes del inicio de la contienda pero también lo es que muchas personas utilizaron el transporte público y que el resto se las ingenió para encontrar un lugar en el que poder aparcar.