El Deportivo Alavés avanza con paso firme en el inicio de esta nueva temporada y se ha impuesto en Mendizorroza a la S.D. Logroñes por 2 goles a 0. Javi Hernández y Borja Viguera firmaron los goles alavesistas en una victioria que coloca a los babazorros en lo más alto de la tabla clasificatoria siendo el único equipo que ha ganado sus dos primeros compromisos ligueros.

El fútbol volvía a Mendizorroza después del abrupto final de la campaña pasada, en la que la afición se quedó con ganas de disfrutar del ansiado play-off. Con una afición que respondía una vez más y el reconocimeinto a los olímpicos alaveses Sugoi Uriarte y Maider Unda en los prolegómenos, el partido se presentaba como una oportunidad inmejorable de inaugurar una racha positiva en Mendizorroza para los pupilos de Natxo González y no la desaprovecharon. Con el mismo once que ganó en el debut en Barakaldo, el Alavés se mostró en todo momento muy serio y contundente atrás y poco a poco comenzó a sacudirse los nervios iniciales, combinando con cada vez más acierto de medio campo para adelante. Sin embargo, pese a las buenas transiciones y el dominio de la posesión, los goles llegaron a balón parado en sendos saques de córner. Hernández a cinco minutos del descanso ponía el 1-0 en el marcador al aprovechar un barullo en el área tras un saque de esquina que la defensa riojana no logró despejar.

Pese a que en la reanudación el conjunto de Tato Abadía trataba de sacudirse la presión y adelantar líneas en busca del empate, el Alavés no tardó en hacerse nuevamente con el control del partido. Sendoa, ovacionado en su sustitución, realizó la jugada del partido tras una acción individual con caracoleo incluído en el área rival, que el guardameta Bisón desvió a córner. En el saque de esquina llegaba el testarazo de Viguera y el definitivo 2-0. La anécdota de la tarde fue el apagón que sufrió Mendizorroza durante casi un cuarto de hora que nobligó al colegiado a la suspensión temporal del choque. Afortunadamente, la corriente volvió y se pudo co¡ncluir el encuentro, al que apenas restaban diez minutos.