S.D. Logroñés, U.D. Logroñés. U.D Logroñés, S.D. Logroñés. Ambos buscando tomar el relevo del mítico C.D. Logroñés, cuestión de siglas. Un error, según apuntan los oriundos de la comunidad vinícola que recuerdan que el alma mater del fútbol riojano todavía existe, aunque su terreno de juego es ahora el juzgado.
El C.D. Logroñés; clásico equipo del fútbol español que ha contado en sus filas con jugadores distinguidos como Oleg Salenko, máximo goleador en el Mundial de Estados Unidos y único en toda la historia que ha marcado cinco goles en un encuentro de dicho torneo, o Julen Lopetegui, actual seleccionador español sub-21 y portero de renombre en los noventa; comenzó su abrupto descenso a los infiernos, plasmado en un descenso -unos, mejor dicho-, éste nada metafórico, a finales del pasado milenio.
Marcos Eguizabal, presidente del club desde 1988 hasta 1996 abandonó al equipo en Primera División tras haber ascendido el curso anterior. Eguizabal, que había prometido dejarlo en la misma situación en la que él lo había tomado, cumplió su palabra. Con la sensación del deber cumplido, vendió el C.D. Logroñés a una plataforma de empresarios riojanos y eso fue el principio del fin.
En aquel curso, 1996-97, el equipo bajó a Segunda. Permaneció tres años en la categoría de plata hasta que cayó hasta la Tercera División de una vez: un descenso deportivo y otro económico.
Siempre viviendo al filo, el equipo riojano consiguió sobreponerse y competir con éxito en Tercera. No tardaron demasiado en tomar impulso de nuevo y en 2001 ya habían ascendido. Otra vez con el agua al cuello, en el aspecto económico, los logroñeses aguantaron hasta 2004 en esta categoría y hasta jugaron un play off de ascenso en la 2002-03, pero su realidad financiera volvió a descenderles en 2004. Ascendieron de nuevo dos años más tarde y sufrieron otro descenso administrativo tras otras dos temporadas. Pero aquella fatídica campaña, tras un nuevo cambio en la gerencia, el club desapareció, hasta la fecha, de los campos al menos.
renacimiento
S.D., U.D. y Club de Fútbol
Entretanto existió un cuarto Logroñés en discordia, el Club Deportivo Recreación de La Rioja que cambió su denominación por Logroñés Club de Fútbol durante sus ocho años de vida, de 2000 a 2008. Un año más tarde nacerían los dos clubes que se disputan el afecto de los riojanos en el aspecto balompédico. Con una diferencia de veinte días, el rival del Deportivo Alavés hoy, el S.D. Logroñés, primero y más tarde el U.D. Logroñés se configuraban en clubes para competir por la supremacía del fútbol riojano. El primero ha escalado desde Preferente para hacerse un hueco en la Segunda B. El segundo compró su plaza al Club Deportivo Varea, un equipo de barrio de la capital del vino.
El primero se constituyó en sociedad y sus fundadores fueron buena parte de los socios del antiguo C.D. Logroñés por lo que muchos defienden la legitimidad de éste como auténtico relevo. Por otra parte, al comenzar el C.D. Logroñés su andadura desde Segunda B, y merced a una agresiva campaña de socios, triplica la masa social del primero. Reivindicaciones que no hacen sino poner de manifiesto la afición riojana al deporte rey y el triste devenir financiero de su origen en la élite.
Una situación tan rocambolesca como las que genera como cuando ambas hinchadas, esto sucedió en el cruce de Copa, cantaron y pitaron idénticos cánticos heredados de su progenitor deportivo. Cosas del fútbol.