Vitoria. Nacho González cuenta desde hace días las horas que le quedan para sentarse por vez primera al frente del banquillo del Deportivo Alavés como entrenador en un partido oficial. Vuelve a la que durante tanto tiempo fue su casa el preparador vitoriano y lo hace siendo consciente de lo importante de la empresa que desde hoy empieza y manda desde el primer momento el mensaje de que la regularidad es la mejor compañera para estar celebrando el ascenso en junio. El objetivo final es indudable, pero para alcanzarlo antes hay que dar muchos pasos, el primero de ellos esta tarde en Barakaldo.

"Si ahora no estamos con ganas, apaga y vámonos. Después de la pretemporada, que es dura, todos queremos empezar a competir y estamos con esa ilusión del primer partido de Liga. Indiscutiblemente el objetivo final hay que conseguirlo en junio y para eso hay que ir cumpliendo objetivos parciales. Vamos a tratar de cumplir esos primeros objetivos parciales acumulando puntos. No podemos pensar en el objetivo final porque nos equivocaríamos. Todos sabemos cuál es y cada día alguien lo dice o sale en algún sitio. Los jugadores y yo hemos venido aquí para conseguir ese objetivo, pero, a partir de ahí, no podemos pensar en junio, nos equivocaríamos", señaló.

Una de las palabras más repetidas por el preparador albiazul a lo largo de las últimas semanas ha sido "fiabilidad" y considera que el período de preparación ha servido para conjuntar a un equipo completamente renovado: "El objetivo de la pretemporada era llegar a este primer partido preparados para afrontarlo y así ha sido. Llegamos como nos lo habíamos planteado en el guión establecido, pero siempre te queda la incertidumbre del primer partido de competición. No tiene nada que ver lo que hemos visto en la pretemporada con lo que vamos a tener ahora y por eso siempre tienes ese cosquilleo de ver cómo va a competir el equipo en el primer partido".