Vitoria. El Alavés continúa avanzando en la búsqueda de una identidad que está forjando en esta pretemporada amistoso tras amistoso. En el encuentro más serio disputado hasta la fecha por el equipo entrenado por Nacho González, los babazorros dieron un nuevo paso hacia el perfil de demanda el preparador vitoriano, un perfil que parte de la solidez defensiva. A este respecto conviene remarcar el fallo de un Miguel, en la portería, que se mostró seguro en la práctica totalidad del partido destacando en los balones por alto, aunque falló en el gol que encajó por el palo que debía cubrir.

El encuentro comenzó bravo por parte de ambas escuadras. El calor contribuía a dibujar un enfrentamiento atenazado en el que Alavés y Bilbao Athletic se fajaban, más preocupados por mantener su portería a cero que por buscar la rival. Las ocasiones de gol brillaron por su ausencia a excepción, por el bando visitante, de un disparo de Salcedo. La noticia en estos primeros cuarenta y cinco minutos, estuvo en la desafortunada y prematura lesión de Agustín. Aún no se conoce su alcance aunque parece que no reviste demasida gravedad.

En el segundo periodo la cosa cambió. Comenzaron a reflejarse de manera más regular los automatismos de un equipo que destacó precisamente por eso, por su condición colectiva. Pese a todo, fueron los bilbaínos los que se adelantaron en el marcador a través de Guarrotxena (min. 57). No tardó el Alavés ni dos minutos en empatar el encuentro. Jonan fue el ejecutor ante el equipo que lo formó.

El partido, con un Alavés que dio entrada a varios canteranos con vistas, seguramente, a la inclusión de alguno en el primer equipo, se fue a los penaltis donde los gasteiztarras se mostraron intratables.