Vitoria. La delantera alavesista es susceptible todavía de acoger a algún nuevo integrante, mucho más si finalmente Josemi -sujeto a un periodo prueba que puede acabar en cualquier momento- hace las maletas abriendo la puerta a la llegada de otra cara nueva. Mientras tanto, los inquilinos que se encuentran hoy en día a las órdenes del cuerpo técnico no dejan pasar la oportunidad de reivindicarse como los futuros hombres gol del equipo en caso de que este refuerzo no recale finalmente en Mendizorroza. Ayer le tocó el turno a Rubén Negredo, que ya ha acreditado buenos registros en sus anteriores equipos y espera ver puerta en un breve plazo de tiempo. "Si el entrenador considera oportuno que tengo que jugar y ser el killer del equipo, intentaré responder en el campo y se lo agradeceré", reconoció ayer el madrileño tras el entrenamiento.
Y es que, como el de otros integrantes del plantel, su discurso es ambicioso para alcanzar las mayores cotas tanto a nivel individual como colectivo. "Sabemos al club que hemos venido. Cuando nos pongamos la camiseta del Alavés, será para ganar el partido, ya sea un amistoso o uno oficial. Si nos acostumbramos a una dinámica victoriosa, será más fácil para todos", resaltó un Negredo que también agradeció "la alta exigencia" de unos primeros entrenamientos que están permitiendo al equipo adquirir el rodaje necesario de cara a una temporada donde sólo existe el único objetivo del ascenso.
Nacho González ha diseñado una exigente planificación dado que el tiempo ya apremia a la hora de engrasar la maquinaria. "Somos mucha gente nueva en la plantilla y es normal que el técnico nos exija. Lo mejor es empezar bien y cuanto antes cojamos el rol que él desea, mejor para todos", confesó Negredo, que calificó como "una excelente noticia" el hecho de que Sendoa Aguirre, un brillante pasador a su juicio, continúe vistiendo la elástica alavesista.