vitoria. Al margen de las incorporaciones de Urtzi Iturrioz y Jagoba Beobide, el Deportivo Alavés también hizo oficial en la tarde de ayer que Carlos Claramunt será el segundo entrenador del equipo sustituyendo al vitoriano Iñaki Ocenda, que ha desempeñado esa función durante el último ejercicio y al que la directiva de Avelino Fernández de Quincoces ha dejado ahora fuera del organigrama del club. Claramunt es un hombre de total confianza del nuevo timonel de la nave albiazul, con quien ya coincidió en su etapa en el Reus y en el Sant Andreu.

De esta manera, queda ya prácticamente perfilado el organigrama técnico del Glorioso, que estará integrado por Nacho González como primer entrenador, Carlos Claramunt como su ayudante y Gerardo Izaguirre como preparador físico. Para completarlo definitivamente, resta por conocer la identidad del preparador de porteros, que se conocerá en los próximos días.

En otro orden de cosas, el conjunto del Paseo de Cervantes tendrá que hacer frente también a una intensa actividad fuera del césped. Y es que continúa adelante el conflicto abierto con gran parte de los integrantes de la plantilla del pasado ejercicio como consecuencia del expediente disciplinario que les abrió la directiva al considerar que habían ofrecido un rendimiento muy por debajo de lo exigible.

Como consecuencia de ello y tras cumplir con todos los plazos que marca la normativa para permitir la defensa de los futbolistas, el club decidió imponerles multas que van de los 600 a los 3.000 euros. Una medida que no sentó nada bien en el vestuario y que motivó que prácticamente todos acudieran a los tribunales (respaldados por los servicios jurídicos de la Asociación de Futbolistas Españoles) para denunciarlo. Pues bien, el proceso ha continuado su curso y ambas partes están citadas el próximo 6 de julio al acto de conciliación que tratará de que alcancen un acuerdo amistoso sin necesidad de acabar en un juicio. Una posibilidad que se antoja ahora mismo una quimera teniendo en cuenta lo opuesto de ambas posiciones. Por lo tanto, será un paso más en el camino que conducirá casi inevitablemente a otra batalla legal.