Vitoria. El Deportivo Alavés afronta este domingo la última jornada de la temporada regular con un reto de dimensiones prácticamente inabordables. Y es que la particular misión imposible del combinado albiazul pasa por sumar los tres puntos en su visita al Nuevo Malecón -ante una Gimnástica de Torrelavega que está luchando por evitar el descenso- y que el descendido Lemona se imponga al Amorebieta. Sólo de esta manera lograría el cuadro del Paseo de Cervantes alargar la competición con la disputa de los ansiados play off de ascenso.

Sin embargo, suceda lo que suceda en este apasionante epílogo, las explicaciones al pobre rendimiento del Glorioso en el presente ejercicio deben buscarse en otras circunstancias. Por ejemplo, el escaso rendimiento ofrecido por el equipo en los momentos decisivos del torneo de la regularidad. Y es que siempre que el cuadro de José Carlos Granero ha tenido que afrontar choques trascendentales que podían marcar el rumbo de su trayectoria y revertir la dirección hacia la que se encaminaba, ha sufrido una gran decepción.

El último ejemplo de ello se ha producido en las últimas jornadas, cuando el Alavés sabía que necesitaba las victorias para hacer efectiva su persecución sobre el Amorebieta -y en algunos casos superarle- y únicamente ha sido capaz de sumar tres empates consecutivos. Varios de ellos, además, con ciertas dosis de fortuna.

Ahí, ha estado otra de las claves. La incapacidad albiazul para aprovecharse de los numerosísimos regalos que le han ofrecido sus competidores. En una de las Ligas más pobres que se recuerdan en la categoría, con un Amorebieta que no vence lejos de su feudo desde el pasado 1 de octubre, El Glorioso no ha podido colarse entre los cuatro primeros. Para colmo, en los enfrentamientos con los adversarios directos tampoco ha sido capaz de dar la talla y salvo la visita a Anduva en la última jornada de la primera vuelta, que supuso la primera derrota del líder Mirandés en todo el ejercicio, siempre se ha quedado lejos de su objetivo al inicio de los noventa minutos.

Por último, está la infinidad de empates que ha cosechado. El pasado domingo, firmó el decimosexto empate de la temporada, lo que le convierte en el tercer equipo que más partidos ha empatado de los ochenta que forman la Segunda B. Los albiazules son el conjunto que más partidos ha terminado con reparto de puntos del Grupo II y solo le superan el Alcalá y Conquense, del Grupo I, que han empatado un total de 17 partidos.