vitoria. Un ensayo general para la gran función que empezará a representarse en apenas tres semanas. Esta es la actitud con la que la Ponferradina, próximo adversario del Deportivo Alavés, afronta la visita albiazul a su feudo de El Toralín. Pese a que el conjunto berciano, ya clasificado matemáticamente para la fase de ascenso, tiene poco por lo que luchar en los tres encuentros de la temporada regular que restan al tener prácticamente adjudicada ya la segunda plaza de la clasificación, no tiene la más mínima intención de rebajar el pistón de la tensión.
Así lo ratificó ayer mismo el central Samuel, que concedió gran importancia al encuentro del próximo domingo. "Es un partido de dos equipos que aspiran a subir un peldaño, a jugar en una categoría superior, que tienen mucho detrás por su historia y es una oportunidad perfecta para probar lo que nos tocará jugar después. Estos encuentros que nos quedan, sobre todo los de casa, nos tienen que servir para ir poniéndonos las pilas para las eliminatorias y tienen que ser ensayos generales en los que queremos sacar además buena nota", argumentó ambicioso.
En este sentido, el futbolista cántabro significó que la manera en la que la Ponferradina concluya la temporada regular pueda tener una importante trascendencia en el futuro que le aguarde cuando deba afrontar el aslto de verdad a la categoría de plata del fútbol español. "En realidad clasificarnos para el play off era uno de los objetivos que se había marcado para este año pero queda lo más importante por delante. Hubo alegría después del partido contra el Real Unión porque ya lo habíamos conseguido pero ahora ya estamos pensando en acabar la Liga ganando, con buenas sensaciones y generando más confianza para abordar la fase de ascenso. Nos hemos marcado el reto de acabar con el máximo de puntos posibles y que eso sirva para encontrarnos bien antes de la última fase", reseñó.