Vitoria. El entrenamiento matinal de ayer deparó una buena noticia proveniente de la enfermería del Deportivo Alavés. Y es que David Rangel, que no pudo ser de la partida el pasado fin de semana en Burgos tras haber jugado ya siete días antes contra el Lemona tocado, pudo volver a salir al césped tras más de una semana confinado al trabajo de recuperación en solitario. El cancerbero albiazul se ejercitó al margen del grupo y se limitó a realizar ejercicios suaves y recuperar el toque con el balón pero, a la conclusión de la sesión de trabajo, se mostró "optimista" respecto a su posible reaparición el próximo domingo contra el Salamanca en Mendizorroza.
El guardamera valenciano, en cualquier caso, deberá pasar su auténtica reválida el sábado, cuando llevará a cabo una última y exigente prueba que será la que determinará si puede recuperar su puesto bajo los palos o debe esperar una semana más. De momento, hay motivos para la esperanza, puesto que ayer todo transcurrió dentro de la normalidad. "Tengo buenas sensaciones, no he tenido ninguna molestia en todo lo que he hecho. El sábado probaremos a ver el tema del golpeo y decidiremos", destacó el arquero. La otra cara de la moneda la representa el vizcaíno Luis Prieto que, pese a que ayer realizó carrera continua durante un buentramo del entrenamiento, está prácticamente descartado para el domingo.
Al margen de su estado físico, Rangel también se refirió a la situación en la que se encuentra inmerso el cuadro albiazul y a las posibilidades que tiene de alcanzar finalmente el objetivo de clasificarse para los play off. "Tenemos claro que debemos centrarnos en lo nuestro y olvidarnos de lo que puedan hacer los otros. Si somos capaces de ganar nuestros partidos vamos a estar ahí seguro y pelearemos hasta el final. Hubo gente que nos dio por muertos hace tiempo pero no hemos tirado la toalla nunca y vamos a luchar a tope", apuntó.