Vitoria. Uno, dos y tres. Y se acabó. El Deportivo Alavés dio ayer por zanjado cualquier nuevo movimiento a una semana vista del cierre del mercado invernal. Rubén Palazuelos, César Meza Colli y Kike Tortosa. Y nada más. Con estos tres y con el resto de la plantilla tendrá que tirar adelante un José Carlos Granero que no ha dejado de exigir nuevas incorporaciones en ningún momento. El técnico valenciano, echando mano de la vertiente deportiva, ha tensado al máximo en busca del beneficio del equipo, pero tras los diversos movimientos realizados a lo largo de las últimas semanas ha sido la vertiente económica del club la que ha salido a relucir. Se considera que los gastos realizados han sido importantes y que no es necesario acometer ningún desembolso más, ya que cualquier salto de calidad en la plantilla -difícil de encontrar, dicho sea de paso- supondría un importante menoscabo para las finanzas de un club que lucha por equilibrar su balanza de cuentas.

Los gastos extraordinarios que ha tenido que asumir el club desde el inicio de la temporada pesan a la hora de zanjar una cuestión que parecía que iba a seguir abierta, con fichaje o sin él, hasta el próximo 31 de enero. Días hábiles hay por delante para cerrar alguna incorporación, pero desde las oficinas del Paseo de Cervantes se entiende que no hay jugadores de calidad que aporten un salto deportivo si no es a través de un importante desembolso económico que no se está dispuesto a realizar.

El principal objetivo del mercado invernal era reforzar el centro del campo y esa prioridad se cumplió con el fichaje de Palazuelos, una operación muy importante que obligó a buscar salida a Dennis Nájera. Después llegó la cesión por parte del Cesena de Meza Colli, que llegaba para cubrir la ficha sub'23 que quedaba vacante, mientras que la marcha de Luisma liberó una nueva ficha cubierta por Tortosa. Con estos dos jóvenes se daba una vuelta de tuerca al entramado ofensivo, apostando por dos futbolistas de velocidad y desborde que complementasen a los delanteros centro que ya tenía el equipo.

Cinco movimientos de ficha que han obligado también a que el dinero de las arcas albiazules cambiase de manos, tanto en los fichajes como en unas salidas en las que también ha habido que abonar pequeñas cantidades. A ellos hay que unir también la anterior destitución de Luis de la Fuente y el fichaje de José Carlos Granero dentro de una plantilla que no es precisamente barata. Así, el cupo de los gastos en el equipo para este curso se da por amortizado.

más opciones El peso monetario ha pesado esta vez más que la insistencia de un José Carlos Granero que hasta ahora siempre había pedido un poco más. El técnico valenciano siempre ha apostado por seguir reforzando la plantilla, pero finalmente tendrá que conformarse con los tres fichajes que se han cerrado. Y lo hará, como ya ha dicho alguna vez, sin rechistar y con el mismo objetivo de pelear por el ascenso a Segunda División.

Eso sí, el preparador albiazul ha salido beneficiado con los cambios. La presencia de Palazuelos en el centro del campo se ha convertido en fundamental casi desde el primer día y las incorporaciones de Meza Colli y Tortosa, el único que todavía no se ha estrenado, le ofrecen unas variantes ofensivas de las que hasta ahora carecía.

Con estas incorporaciones se ha conseguido llegar de forma efectiva a las veintidós fichas útiles, mientras que a lo largo de la primera vuelta las mismas solo eran veinte al no haberse cubierto la totalidad de licencias, encontrándose además Gallardo lesionado. La recuperación del sevillano, que sigue ejercitándose con normalidad junto al resto del grupo, sigue por buen camino y en todo momento se ha confiado en su restablecimiento completo de cara al último tramo de competición.

Todo esto supone una ganancia en las posibilidades del equipo, una mayor versatilidad que tiene que ser aprovechada en lo que queda de curso para lograr la clasificación para el play off y, una vez allí, pelear por el ascenso de categoría con el actual arsenal de jugadores.