Vitoria. Unos que vienen y otros que se van. En este caso, la puerta giratoria del Deportivo Alavés se ha puesto en movimiento en primera instancia para despedir a Luisma Villa. La marcha del extremo cántabro deja vacante una ficha para jugadores de menos de 23 años y la intención de la dirección deportiva alavesista es cubrir dicha vacante con la incorporación de Kike Tortosa, delantero del Recreativo de Huelva con el que ya tiene prácticamente cerrado un acuerdo a falta de que cierre su desvinculación del cuadro onubense.

El primer movimiento de esta particular sucesión ha sido fulgurante, sorprendente incluso en el seno de un vestuario alavesista que ayer a primera hora de la mañana se preguntaba dónde estaba Luisma, que no había aparecido por las instalaciones de Ibaia a la hora fijada. El extremo cántabro había tomado una decisión la tarde del miércoles, cuando su representante le informó de una propuesta del Amorebieta para terminar la presente temporada en el club vizcaíno.

Dicho y hecho, prácticamente. Luisma se puso en contacto con el Alavés para solicitar la carta de libertad, petición que le fue concedida, y entre la citada tarde del miércoles y la matinal de ayer cerró todo el papeleo de su rescisión con el club vitoriano y su firma con el conjunto del valle de Arratia.

Poco después de las 10.30 horas, Luisma se pasaba por Ibaia para despedirse de sus compañeros y allí mismo mantenía una última conversación con José Carlos Granero. "Has ido creciendo", le remarcaba el preparador albiazul. Y eso, seguir creciendo, es lo que quiere el cántabro. Por eso se marcha al Amorebieta en busca de esos minutos y oportunidades de las que ha carecido en Vitoria. Tras esa charla con Granero, el ya exjugador albiazul ponía rumbo a Amorebieta, donde ya por la tarde se puso a las órdenes de Axier Intxaurraga.

Luisma no se encontró con ningún impedimento por parte del Alavés cuando fue al club a solicitar la carta de libertad y, dicho sea de paso, con esa petición liberó a la dirección deportiva de hacerle pasar un mal trago que parecía inminente. Ha ganado tiempo el cántabro y, seguramente, también se ha evitado algún susto de última hora, ya que era uno de los claros candidatos a quedarse sin ficha de concretarse el fichaje de un jugador sub' 23 con el que se lleva ya días negociando su llegada.

Complemento ofensivo La situación del joven delantero valenciano en Huelva es insostenible, ya que, junto a otros cuatro compañeros, se encuentra apartado en los entrenamientos y se ejercita al margen del grupo, una situación que ya ha levantado las suspicacias de la Asociación de Futbolistas Españoles. El deseo del Recreativo y del propio jugador es encontrar una salida a esta complicada tesitura pero, como es lógico y siempre ocurre, cada una de las dos partes implicadas quiere dejarse el mínimo de pelos posibles en la gatera. Es decir, ni el jugador quiere perder dinero ni el club pretende desembolsar más de lo estrictamente indispensable para cerrar la marcha.

La resolución de esta negociación entre jugador y club parece cuestión de días y es ahí donde el Alavés tendrá que hacer valer su propuesta para conseguir concretar la llegada de este joven delantero formado en las categorías inferiores del Valencia. En los últimos días, clubes como el Melilla también han mostrado su interés en la incorporación de Tortosa, aunque al futbolista le atrae especialmente la posibilidad de recalar en la entidad del Paseo de Cervantes para dar un nuevo empujón a una carrera que se ha estancado en Huelva.

Con la más que probable incorporación de Tortosa, Granero ganaría opciones en su entramado ofensivo. Azkorra, Jito y Geni son nueves muy marcados, mientras que el atacante valenciano tiene facultades para ejercer de segundo punta, una demarcación en la que también se desenvuelve Meza Colli.