Vitoria. César Daniel Meza Colli. El nombre de un joven futbolista italoparaguayo. Uno más en la larga lista de jugadores que se han incorporado en los más de noventa años de historia del club a la disciplina del Deportivo Alavés. Sin embargo, la identidad del, por el momento, último refuerzo invernal del combinado de José Carlos Granero podría quedar destacado en letras mayúsculas en el cuaderno de bitácora albiazul. Y no precisamente por sus cualidades futbolísticas, que todavía están por descubrir en Mendizorroza, sino por ser el encargado de abrir un nuevo tiempo en la entidad del Paseo de Cervantes.
Porque la cesión del joven mediapunta sudamericano para lo que resta de temporada ha abierto la puerta a un posible acuerdo de colaboración entre su club de procedencia, el Cesena de la Primera División italiana, y El Glorioso. Así lo confirmó el director deportivo alavesista, Dani Barroso, durante la presentación oficial del jugador ayer. "Hay la intención por parte de ambos clubes de poder colaborar. Al igual que posiblemente podamos, quién sabe, el día de mañana, si llegamos a un buen término, trasladar a un jugador de la base nuestra allí... En fin, es un inicio y ese inicio puede llevar, si por parte de todos hay buena voluntad y seriedad, a un acuerdo. Si no, pues seguiremos caminos paralelos pero desde luego la cesión de César (Meza Colli) es un inicio y ya veremos más adelante", significó el secretario técnico.
Una declaración de intenciones en toda regla que, aunque en estado aún embrionario, dibuja un escenario en el que la escuadra vitoriana se convertiría en una especie de filial de un combinado con mucho mayor potencial en estos momentos pasando a ser un vivero en el que el combinado transalpino podría foguear a sus jóvenes valores y dar salida a aquellos elementos para los que no tuviera hueco en su primera plantilla. Como contraprestación, claro está, tendría preferencia absoluta a la hora de hacerse con los servicios de aquellos hombres que pudieran destacar en las filas albiazules.
El modelo, aunque inédito hasta hace no demasiado, se ha demostrado de lo más eficaz en los últimos tiempos. Y es que el mejor modelo de los beneficios de esta colaboración tiene como protagonistas igualmente a un equipo de la Serie A italiana y a otro de la Liga de las estrellas. Se trata en concreto del Udinese y el Granada.
Como nexo de unión de ambos y figura clave en la operación aparece Quique Pina, actual presidente del cuadro andaluz y gran ideólogo de este sistema. Cuando la sinergia se hizo efectiva hace tres temporadas, el equipo nazarí agonizaba en la Segunda División B acorralado por los problemas económicos y parecía tener mucho más pasado que futuro.
Crecimiento imparable Sin embargo, el apoyo del Udinese (propiedad de la familia Pozzo) y una buena gestión deportiva y económica han permitido dar la vuelta por completo a esta situación. De esta manera, el vestuario granadino se fue llenando de jugadores de calidad que habrían sido inaccesibles para él si no fuera porque su nuevo socio italiano se hacía cargo de las fichas y los resultados no tardaron en alimentar la fórmula con éxitos.
Primero fue el ascenso a la categoría de plata y, sin tiempo siquiera de estabilizar la nueva situación, el sueño de regresar de manera brillante a la Liga de las estrellas el pasado verano de la mano del exentrenador albiazul Fabri. Por si esto no fuera poco, el conjunto andaluz no está acusando en exceso el mal de altura de codearse con los mejores conjuntos del fútbol español y transita con cierta comodidad por la zona media de la tabla clasificatoria desde el inicio de la competición.
Pues bien, ese sería el ejemplo que se están planteando seguir en estos momentos Alavés y Cesena. Una colaboración que podría resultar beneficiosa para ambas partes y que supondría dar un nuevo paso en la imparable globalización que afecta a todos los órdenes de la vida. En cualquier caso, la operación todavía se encuentra en un punto de partida muy básico y serán los movimientos que se produzcan en los próximos meses los que terminen por decidir si ambos clubes unen sus caminos o por el contrario prefieren mantener sus respectivos rumbos totalmente independientes.
De momento, la llegada del embajador Meza Colli a Mendizorroza supone un primer paso hacia el acercamiento. Sea cual sea el desenlace definitivo de la historia institucional, todo lo positivo que pueda aportar el mediapunta italoparaguayo sobre el terreno de juego redundará en beneficio de los intereses de la escuadra de José Carlos Granero.