El sumidero por el que se le están escapando los puntos al Deportivo Alavés es demasiado grande. Por unas u otras razones, al conjunto vitoriano no se le está dando para nada bien el arranque de curso. Muy al contrario de lo sucedido en las dos anteriores campañas en Segunda División B, al cuadro albiazul le está costando un mundo sumar de tres en tres en sus primeras comparecencias ligueras, lo que le ha obligado a ir a remolque casi desde el principio. Pero, sin duda, lo peor de todo es que esos malos resultados han llegado mayoritariamente en partidos contra oponentes de un nivel teórico muy inferior al de los alavesistas y que, ni de lejos, van a estar luchando al final de la temporada por el objetivo al que aspira este Glorioso.
El rosario de los puntos perdidos del Alavés tiene ya demasiadas cuentas. No puede permitirse un aspirante al ascenso de categoría como es el club vitoriano tropezar una semana sí y otra no. Desgraciadamente en esta negativa regularidad vive instalado un equipo al que, queda demostrado, no es sencillo derrotar, pero al que también le cuesta un mundo decantar la balanza a su favor.
Tras el invicto Mirandés, que sigue con sus espectaculares registros al frente del Grupo II, el equipo de José Carlos Granero es, junto al Eibar, el equipo que menos derrotas ha cosechado en lo que va de curso, tan sólo dos. El problema es que en el resto de compromisos finiquitados -queda pendiente el del Bilbao Athletic que se retomará el miércoles- los empates imperan sobre las victorias. Hasta seis igualadas acumula ya el conjunto vitoriano, un registro que encuentra parangón en Eibar, Logroñés, Arandina y Gimnástica Segoviana, quedándose el casillero de victorias en la cifra de cinco a la espera de ese compromiso en Lezama que se dibuja fundamental de cara al futuro.
Para colmo de males, la pérdida de puntos ha llegado, sobre todo, en partidos ante oponentes a los que teóricamente el cuadro alavesista tenía que haber superado sin demasiados problemas. El de Lemona del pasado sábado fue un nuevo ejemplo de lo que les cuesta a los vitorianos aferrarse a los buenos resultados ante equipos llamados a luchar por la permanencia. Ahí quedan anteriores igualadas contra Arandina, Zamora o Sestao para atestiguarlo, amén de la hiriente derrota contra el Guijuelo o la más que apurada victoria en el campo de la Gimnástica Segoviana. Las bonanzas de un calendario que durante las últimas semanas ha sido generalmente protagonizado por equipos de menor entidad no han sido aprovechadas por un equipo que rindió mucho mejor ante rivales de mayor nivel.
Por hache o por be, el Alavés ha dejado patente que este tipo de partidos se le cruzan, por lo que los resultados no llegan como cabría esperar, con la consiguiente pérdida de puntos que está obligando al conjunto vitoriano a nadar contra la corriente desde casi el arranque de la temporada.
Contrastan estos malos resultados ante los rivales teóricamente inferiores con las buenas sensaciones que El Glorioso ha dejado cuando le ha tocado enfrentarse a equipos que arrancaron el curso con la vitola de favoritos al ascenso. En ese privilegiado grupo podría englobarse a Eibar y Logroñés, a los que se superó con cierta claridad en Mendizorroza, aunque la derrota ante el Real Unión supone el contrapunto a esos buenos resultados ante los llamados a ser rivales directos.
Se trata de un dato importante, ya que en lo que queda de primera vuelta el equipo de Granero va a tener que enfrentarse a gran parte de los rivales que en estos momentos se perfilan como aspirantes a los puestos de play off.
Comenzará este serial con los 52 minutos que todavía se tienen que disputar en Lezama en un encuentro de doble filo por el poderío del rival y el poco tiempo disponible para conseguir marcar. La visita del Burgos a Mendizorroza supondrá una pequeña bajada en el nivel de los oponentes antes de cerrar un final de año demoledor visitando al Salamanca, recibiendo a la Ponferradina y jugando un partido de alto nivel en Miranda. Ya para 2012, y cerrando la primera vuelta, quedará el choque contra una Gimnástica de Torrelavega que está firmando un gran arranque.
granero no pierde El partido en Lemona sirvió para corroborar esa sensación que desprende el Alavés esta temporada de ser un equipo al que resulta bastante complicado superar. Si durante la etapa de Luis de la Fuente se perdieron dos partidos, en los cuatro completos que se han disputado desde la llegada de Granero el conjunto vitoriano no conoce la derrota, arrojando un balance de dos victorias y otros tantos empates. Así, el equipo vitoriano acumula ya dos meses sin conocer la derrota, aunque como ha quedado señalado los múltiples empates que está cosechando están pasando una factura demasiado cara a un equipo que ha demostrado ser muy competitivo pero que también ha evidenciado serios problemas para ganar.