Vitoria. La irregularidad del Alavés, que todavía no ha encadenado dos victorias seguidas esta temporada, ha llevado al equipo babazorro a una discreta décima plaza a tres puntos del play off y a un mundo del liderato que ostenta el Mirandés. Habida cuenta de que aún restan dos tercios de Liga, la situación todavía no es dramática, pero hay que reaccionar ya.

Así lo entiende al menos el vestuario albiazul. Eso es lo que trasladó ayer de forma pública Carlos Indiano, uno de los pesos pesados del equipo. El madrileño, el futbolista de campo que más minutos ha disputado, tiene claro que el Alavés debe despertar ya. Reacción inminente porque el margen de error es mínimo. "Cada partido ahora mismo es una final", precisó.

Eso sí, el cerebro albiazul pide afrontar la situación con calma. "Hay que estar tranquilos", aclara, aunque a continuación apostilla que tampoco mucho. "Tranquilos, pero dentro de un límite". Esa es la clave. Tener tensión, pero sin meter demasiada presión. Equilibrio. Así es el mensaje que quiso lanzar también al entorno. "Si encaras estos partidos con nerviosismo y la gente se pone en contra nuestra, eso no nos beneficia", añade.

Al menos, Indiano no alberga dudas sobre la recuperación de este Alavés. "Que se confíe en nosotros porque este equipo tarde o temprano tiene que responder y así será". El optimismo del madrileño reside en el potencial que él ve en el vestuario. "Iremos rápidamente para arriba porque equipo tenemos para estar ahí", asegura.

El motivo por el que todavía el Alavés no ocupa las posiciones que de él se espera se debe a su juicio en que la plantilla aún no está cohesionada. "Empezamos tarde, hay muchos nuevos y hacer un bloque para conseguir el objetivo que tiene el club y la ciudad es difícil", justificó.

Pese a todo, espera que ese Alavés que todos desean ver no se demore en exceso en salir a escena. De hecho, confía en que ya este sábado pueda "dar una alegría" a sus aficionados con los que entiende que el equipo tiene una deuda pendiente.

Y es que el Deportivo Alavés ha saldado con un empate sus cuatro últimas comparecencias ante su parroquia. Esta mala racha no se debe en opinión del centrocampista albiazul a que al equipo le pese la presión por jugar en Mendizorroza. "La mayoría de esta plantilla ha jugado en categorías superiores, partidos mucho más difíciles y eso a la gente no le pesa", afirmó rotundamente.

SIN CONTINUIDAD Lo que ya no tiene tan claro Carlos Indiano es a que se debe la falta de continuidad que presenta el equipo a lo largo de los partidos, en los que de forma incomprensible sufre inoportunas caídas de tensión. "Apretamos mucho durante 30 minutos y luego a lo mejor nos venimos un poco abajo", desveló. Aunque todavía no conoce cuál puede ser la solución al problema, espera que el equipo sea capaz de darse cuenta en breve de "cómo contrarrestar esto".

Y es que el madrileño está viendo una ligera mejoría tras la llegada de Granero, aunque eso sí, quiso dejar claro que De la Fuente "también tenía cosas buenas" y descargó al de Haro de la mala trayectoria inicial. "Nosotros no supimos responder y tuvimos nuestra gran parte de culpa", precisó. Ahora, centrado en el trabajo con el nuevo técnico con el que están "a muerte", Indiano desveló que la mano de Granero ya se empieza a notar en algunos aspectos.

El organizador babazorro considera que ahora el Alavés lleva más la iniciativa y el peso del partido. "Lo que sí que se ha visto en los tres partidos que llevamos con él es que desde un primer momento el equipo ha salido a muerte. Hemos sido capaces de encerrar a los equipos en su campo. Desde el primer momento se marca esa intensidad. Eso es lo que el equipo quiere, la gente quiere y esperemos que seamos capaces de llevarlo hasta el final", concluyó.