Vitoria. Después de haber despachado con unos resultados bochornosos el tramo de rivales más asequibles de la temporada, al Deportivo Alavés comenzarán a empinársele seriamente las rampas del Grupo II a partir del próximo sábado. Una vez dejados atrás los duelos con varios de los equipos que ocupan la zona baja de la tabla clasificatoria, ante los que mayoritariamente el conjunto vitoriano ha naufragado, llegan ahora un par de oponentes que han comenzado la temporada a un muy buen nivel. Bilbao Athletic y Logroñés supondrán dos importantes piedras de toque para un Alavés que, por su situación clasificatoria, no puede permitirse perder muchos puntos más en este tramo final de la primera vuelta.

A pesar de la derrota de ayer en su visita al Real Unión, el filial rojiblanco está protagonizando un excepcional arranque de curso y con veinte puntos ocupa la tercera posición dentro del grupo. La llegada de José Ángel Ziganda al banquillo de los cachorros ha supuesto un lavado de cara con respecto a campañas anteriores y en Lezama se practica un juego vistoso en el que brillan las jóvenes promesas de un conjunto liderado por un Ibai Gómez que ayer estuvo en Gijón con el primer equipo junto al sensacional y joven talento Iñigo Ruiz de Galarreta, la perla de Lezama.

Tras ese examen del próximo sábado en la factoría rojiblanca, al Alavés le llegará el momento de volver a reencontrarse con Mendizorroza, donde acumula cuatro empates consecutivos. Lo hará, además, contra un rival directo como es el Logroñés, equipo con el que comparte diecisiete puntos al escapárseles a los riojanos la victoria el pasado sábado ante la Real Sociedad, recibiendo un gol de penalti en el tiempo de descuento después de haber jugado gran parte del partido con un jugador menos por la expulsión de Vélez en el minuto 28 por doble amarilla. Como el Alavés, el Logroñés es un equipo que durante el pasado mercado veraniego se reforzó mucho con el único objetivo de entrar en el play off que se le escapó el año pasado.