Vitoria. Por segunda vez en esta temporada, la directiva del Deportivo Alavés se encuentra a la caza de un entrenador que le otorgue a su proyecto la identidad de la que no ha sido capaz de dotarle un Luis de la Fuente que ya llevaba varios jornadas con la espada de Damocles sobre la cabeza y que no ha sido capaz de revertir la mala racha de juego y resultados que han acompañado al equipo desde que se iniciara el nuevo curso.

Nombres no le faltan donde elegir a los responsables albiazules, pero se trata de una decisión que ha de ser tomada con cierta celeridad, ya que se pretende que el nuevo entrenador comience a dirigir los entrenamientos a partir del miércoles y que ya el próximo domingo se siente en el banquillo de La Nueva Balastera en la visita al Palencia, un duelo en el que la victoria ya es obligación. A lo largo de los últimos días, y viendo que la continuidad de De la Fuente se antojaba quimérica, los responsables albiazules ya han recibido varios ofrecimientos y han comenzado a estudiar el mercado en busca de un relevo que permita al equipo situarse en los puestos a los que aspira.

Los tres nombres que copan las quinielas son los de Gonzalo Arconada, Abel Resino y Nacho González, aunque son muchos los entrenadores a los que se ha sondeado, descartados algunos de ellos por su meteórico caché, fuera completamente del alcance de una entidad como la del Paseo de Cervantes.

El caso de Gonzalo Arconada, el que más visos parece tener de transformarse en realidad, supondría el desembarco de un técnico que ya estuvo a punto de firmar por el Alavés cuando Fernando Ortiz de Zárate accedió a la presidencia. Con experiencia en todas las categorías (Real Sociedad, Burgos, Numancia, Almería y Tenerife, entre otros) es un técnico que prima la seguridad defensiva y que presenta un bagaje desigual con grandes éxitos y no menos sonoros fracasos.

En el caso de Abel Resino, un entrenador al que Dani Barroso conoce muy bien ya que fue su valedor en el Castellón, las exigencias económicas -las mismas que han apartado a otras posibilidades tanteadas como Juan Ramón López Caro-, parecen complicar una apuesta por un técnico con un caché muy elevado y que tuvo su última experiencia en el Valladolid. Por último, Nacho González supondría la apuesta por un técnico de la casa, el regreso del hijo pródigo, el que consiguió hacer resurgir a las categorías inferiores antes de hacer las maletas y brillar en Cataluña con sus experiencias en Reus y Sant Andreu.