Vitoria. Solo vale ganar. No tiene más escapatoria un Deportivo Alavés que puede tirar la temporada por la borda de manera prematura si no sufre una transformación inmediata. La crisis en la que se ha instalado el cuadro vitoriano, incapaz en las últimas tres jornadas de sacar más que dos puntos ante oponentes de un potencial muy inferior, obliga a una pronta reacción. Cierto es que la mayor parte de los rivales directos tampoco se han mostrado excesivamente finos, pero de todos los favoritos del grupo es el cuadro albiazul el peor situado. Todos esos malos resultados, unidos a unas sensaciones nefastas, han servido para encender unas alarmas que solo pueden apagarse a base de sumar de tres en tres. Lo contrario, empezando por el partido de esta tarde ante la Gimnástica Segoviana, supondría el final de la etapa de Luis de la Fuente.
Se juega su continuidad el técnico de Haro y en esta ocasión no parece que vaya a repetirse la segunda oportunidad que le fue concedida hace apenas siete días. La directiva trasladó su confianza, los últimos gramos, al entrenador, pero la herida abierta, profunda además, necesita puntos para suturarse. Y en el fútbol los únicos que valen son los tres que se ponen en juego en cada partido. Necesita el Alavés la victoria a cualquier precio, pero, como ya ha quedado demostrado, no lo tendrá fácil a pesar de enfrentarse a uno de los conjuntos que peor han arrancado.
La Gimnástica Segoviana ilusionó en sus dos primeros partidos, consiguiendo un empate ante el Salamanca y ganando a la Ponferradina, pero a partir de ahí cayó en barrena, acumulando cinco semanas consecutivas con derrota. Esta negativa racha no tiene que engañar a un Alavés que bastante tiene con sus propios problemas. Tampoco Arandina, Guijuelo o Zamora eran oponentes de un calibre superior al conjunto segoviano, pero a ninguno de ellos ha conseguido imponerse el equipo de Luis de la Fuente.
Con un juego ramplón y una dificultad manifiesta para mantener su portería imbatida, al conjunto vitoriano se le añaden aún más problemas en este momento de máxima necesidad. Si a perro flaco todo son pulgas, en el equipo albiazul la plaga es bíblica. Entre lesiones (Gallardo, Azkorra, Javi Rubio y Casares) y sanciones (Fachan), De la Fuente tendrá que jugarse el tipo con solo dieciséis jugadores de la primera plantilla, los justos para completar una convocatoria. Y, por si fuera poco, dos de ellos, como Geni y, especialmente, Sendoa, no han podido trabajar en las mejores condiciones.
El preparador albiazul tendrá que atinar con la tecla que no ha sido capaz de pulsar hasta el momento. Las cinco ausencias son muy relevantes y tendrá que echar mano de la segunda unidad, ubicando y reubicando piezas, para componer un once de garantías que termine con la incertidumbre que el equipo ha trasladado en el arranque del curso.
La alineación titular podría contar con variadas novedades. Clara está la presencia en el once de Óscar Rubio en el lateral derecho, donde le cubrirá las espaldas a Dennis, que podría conformar cuarteto de mediapuntas con Indiano, Luisma y Sendoa por detrás de Geni. Quintanilla repetirá como pivote, mientras que en defensa también podrían ser novedad Jon Moya y Salcedo para complementar a Luis Prieto.
Sea como fuere, con estos o con los otros cinco jugadores que ayer viajaron a Segovia, la victoria es impepinable para que el Alavés comience a ver la luz y abandone el oscuro túnel de malos resultados e incertidumbre en el que lleva semanas sumido sin encontrar la salida.