Vitoria. Con el regreso de la familia Ortiz de Zárate al consejo de administración del Deportivo Alavés, con Francisco Javier como vicepresidente y Fernando como consejero, a la entidad del Paseo de Cervantes han regresado dos hombres que fueron apoyos fundamentales durante su anterior mandato. Benito Martínez y Alberto Lasaga, el primero en la parcela organizativa y el segundo en el fútbol base, vuelven a ser dos piezas importantes en el club albiazul, al que han regresado de la mano de la familia Ortiz de Zárate tras haber abandonado sus respectivos cargos cuando accedió a la presidencia Alfredo Ruiz de Gauna.

Benito Martínez fue el hombre de confianza de Fernando Ortiz de Zárate durante su mandato. Vicepresidente y gerente del Alavés, ha regresado a la entidad del Paseo de Cervantes para aportar conocimientos y experiencia en el funcionamiento de una estructura en la que permaneció durante dos años y medio y que concluyó al verse sometido a un expediente de regulación de empleo.

A Benito Martínez le tocó lidiar algunos de los lances más comprometidos del Alavés a lo largo de los últimos años. Con el club en ley concursal, su labor fue la de intentar reducir los gastos a la mínima expresión. Fue la suya una labor dura e ingrata a partes iguales, pero gracias a su trabajo se pudo comenzar a contener la hemorragia monetaria que sufría el club. Ahora, en esta nueva etapa, Benito Martínez se encarga de la organización de los servicios durante los partidos.

Para Alberto Lasaga el Alavés no guarda secretos porque son varias las etapas de su carrera que han transcurrido en su seno, en el que ha desempeñado diversas funciones. La última de ellas, durante el mandato de Ortiz de Zárate que se extendió a lo largo de siete meses y que concluyó en febrero de 2010 con la llegada a la presidencia de Alfredo Ruiz de Gauna al que presentó su renuncia al cargo, la de máximo responsable del fútbol base albiazul, una parcela a la que ha regresado ahora.

Aunque en principio parecía que Lasaga iba a ser el máximo responsable del fútbol base de nuevo, finalmente sus funciones, dentro de la formación de los más jóvenes, se centrarán en una labor de asesoramiento a los nuevos mandatarios albiazules y, especialmente, en el trabajo con el resto de clubes de la provincia para alcanzar, por fin, la deseada pirámide del fútbol base alavés, una aspiración del Glorioso desde hace años.

En este sentido, durante la anterior etapa de Lasaga en el club se avanzó mucho para que gran parte de los clubes de la provincia se acercarán, mediante la suscripción de convenios de colaboración, al cobijo del Alavés. La figura del veterano técnico fue fundamental para ir rubricando acuerdos a lo largo de horas y horas de conversaciones y su labor fue destacada por los representantes de los distintos clubes de la provincia que escenificaron su buena sintonía con el máximo exponente del fútbol alavés.

Esa labor de persuasión y esa capacidad para conseguir acuerdos son las que tendrá que sacar a relucir ahora Lasaga para completar definitivamente el anhelado sueño albiazul de la pirámide del fútbol alavés. Al experimentado técnico le queda lo más difícil de su labor al tener que adherir a la causa alavesista a los clubes que tienen suscritos acuerdos con Athletic y Real Sociedad.