Vitoria. En este arranque de temporada, el Deportivo Alavés está repitiendo unos vicios nefastos que le va a costar erradicar. Una jornada tras otra, el equipo de Luis de la Fuente naufraga escandalosamente en la parcela defensiva. Son fallos puntuales que se repiten demasiadas veces y que se acaban pagando caro. Una inestabilidad flagrante la que sufre una zaga albiazul que tiene que aprender a sobrevivir sabiendo, además, que una de las piezas que iba a ser fundamental, Pablo Gallardo, se perderá buena parte de la temporada, aunque parece evidente que los problemas detectados en esta parcela conducirán a la secretaría técnica a encontrar muy pronto un recambio para el sevillano que sirva para fortalecer un entramado defensivo aún endeble.

Los números son alarmantes, aunque vistos los cuatro compromisos ligueros disputados hasta la fecha, incluso podrían ser peores. Han errado los rivales clarísimas ocasiones propiciadas por auténticos regalos por parte de una zaga albiazul empeñada en reiterarse en los mismos fallos. Por ejemplo, Aridane, que se ha erigido como titular con la lesión de Gallardo y al haber quedado Moya relegado a la grada, volvió a cometer ayer un error de benjamines que ya tuvo en el partido contra la Real Sociedad al buscar a Luis Prieto con un pase horizontal flojo de un lado al otro del campo que se convirtió en una triple ocasión que el Eibar no supo materializar en gol.

Eso sí, como antes hicieron Osasuna, el propio filial txuri urdin y el Real Unión, el cuadro armero disfrutó fusilando la meta defendida por un Rangel que muchas veces no puede hacer mucho más para atajar las concesiones de una defensa en la que el nerviosismo se traslada de un lado al otro. Cuatro compromisos ligueros lleva el guardameta albiazul encajando goles hasta alcanzar ya los seis, aunque bien es cierto que si no llega a ser por varias de sus meritorias intervenciones, y ayer regaló un par de ellas sensacionales, la cifra podría ser incluso mayor todavía.

Ya la temporada pasada sufrió el Alavés de Miguel Ángel Álvarez Tomé este mismo problema, pero en aquel caso las acciones de peligro de los rivales eran mucho más aisladas, aunque el acierto era espectacular. En el caso del equipo de Luis de la Fuente, el peligro bordea los dominios alavesistas en demasiadas ocasiones, aunque entre la falta de tino y las paradas de Rangel se intenta tapar esos fallos.

El problema manifiesto de los goles en contra se ve agravado por el hecho de que las seis dianas han llegado en jugadas a balón parado. Se habla en el vestuario albiazul de la necesidad de no obsesionarse con este tipo de jugadas, pero lo cierto es que el equipo tiene que mejorar mucho en este aspecto tan fundamental en el fútbol actual. El encargado de destapar un error de marcaje ayer fue un especialista como Jon Altuna. El mediapunta del Eibar es un auténtico experto en el remate de saques de esquina y ayer se encontró solo en el centro del área para marcar y descubrir la inestabilidad defensiva albiazul.